Coincidiendo con el 50 aniversario del discurso del presidente John F. Kennedy (el Ich bin ein Berliner), Obama propuso desde el mismo escenario de la Puerta de Brandenburgo pasar definitivamente la página de la Guerra Fría con una reducción de los arsenales nucleares estratégicos estadounidense y ruso.

El actual inquilino de la Casa Blanca, consciente de que no es el Obama candidato de 2008 que congregó en el simbólico lugar a decenas de miles de berlineses entusiasmados por su promesa de cambio, propuso a Rusia reducir en un tercio sus respectivos arsenales sobre la cifra del nuevo Tratado Start, el acuerdo que firmó en abril de 2010 con el entonces presidente ruso, Dimitri Medvedev.

En virtud de ese acuerdo, ambas partes se comprometieron a reducir hasta 1.500 cabezas nucleares sus respectivos arsenales. La nueva propuesta los dejaría en alrededor de un millar.

Reacción negativa de Rusia

El viceprimer ministro ruso y encargado del complejo militar-industrial, Dimitri Rogozine, señaló que Rusia «no puede considerar seriamente» la propuesta de Obama. «¿Cómo hacerlo cuando EEUU están desarrollando su potencial de interceptación del arsenal estratégico?», señaló. En la misma línea, y en una comparecencia desde San Petersburgo en la que se adelantó al discurso de Obama, el inquilino del Kremlin equiparó los nuevos sistemas armamentísticos de alta precisión, como los escudos antimisiles impulsados por EEUU, con las armas nucleares estratégicas.

Putin reiteró que la defensa militar-espacial será el principal objetivo de la industria militar rusa. Ya en 2012, el presidente ruso fue tajante: «Solo renunciaremos a las armas nucleares cuando dispongamos de armamento similar, ni un día antes», Más conciliador, el asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, apostó por involucrar a más potencias nucleares en toda reducción, «Ya no estamos en los 60 y 70 cuando solo EEUU y la URSS negociaban para el recorte de sus arsenales nucleares».

A fecha del 3 de junio, y según el Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo, EEUU dispone aún de unas 2.150 cabezas nucleares desplegadas y otras 5.550 no operativas. Rusia dispondría de unas 1.800 ojivas nucleares operativas y 6.700 sin desplegar. Aunque el armamento nuclear mutuo se ha reducido, el número de cabezas nucleares desplegadas permanece invariable: cerca de 4.000.

Start III fijó un plazo de siete años, hasta 2017, para completar la reducción, y no afecta a las cabezas nucleares almacenadas. Otro medio millar de cabezas nucleares operativas están en manos del resto de potencias nucleares, sobre todo de Gran Bretaña y el Estado francés.

Obama trató de reverdecer viejos laureles en su discurso, dando por terminada la guerra de Irak (que se lo diga a los iraquíes) y revindicando que la guerra en Afganistán está «cerca» de concluir en medio de unas negociaciones con los talibanés que tienen su bendición. Llamó a «abandonar el estado mental de guerra perpetua contra el terrorismo» y reiteró sus incumplidas promesas de cerrar Guantánamo y luchar contra el cambio climático y la pobreza y a favor de «la paz y la justicia».