El nombramiento por parte del presidente egipcio, Mohamed Morsi, de 17 gobernadores islamistas, entre ellos de un salafista para la región turística de Luxor, ha provocado protestas y la dimisión del ministro de Turismo, Hicham Zazu.

Luxor, ciudad turística por excelencia, será gobernada por Adel al-Jayyat, responsable del brazo político de la Gamaa Islamiya, acusada de una ola de atentados que alcanzó en 1997 a un lugar turístico faraónico y que dejó 64 muertos.

Otros siete de los nuevos gobernadores son hermanos musulmanes (HM) y otros seis militares. Ha habido protestas en Tanta y en Menufiya, que siempre ha votado contra los HM, que parece optar por acercarse a los salafistas (25% de votos) en vísperas de las protestas del 30 de junio.