El auto revoca una sentencia de un Juzgado de Primera Instancia de Donostia y declara la nulidad de la solicitud cursada por Kutxa a un cliente de la continuación de una ejecución hipotecaria por impago de un préstamo, tras la adjudicación por parte de la entidad de la vivienda hipotecada, con el abono de unos 12.000 euros más otros 23.000 en concepto de costas e intereses. La resolución considera que la entidad carece de «legitimación activa» para tal requerimiento y que debería ser Kutxabank, donde se ha integrado la caja guipuzcoana, quien cursara la reclamación.

En el auto, fechado el 13 de junio, se estima el recurso de apelación interpuesto por el cliente de la caja frente al auto dictado por el Juzgado de Instancia que desestimaba su oposición a la ejecución, a instancia de Kutxa, mediante auto en el que se dictó orden general de ejecución contra los bienes del deudor para cubrir un principal de 12.249 euros, más 23.000 presupuestados para intereses y costas.

Tras la resolución de la Audiencia guipuzcoana, la plataforma Stop Desahucios expresó su satisfacción porque, en su opinión, «puede llegar a tener gran trascendencia», ya que «es probable» que «este tipo de actuación por parte de Kutxabank» se esté «repitiendo» en «otros muchos procedimientos judiciales», en los que los tribunales podrían «declarar nulas las actuaciones».

El PNV limita a desahuciados

Por otra parte, las personas que hayan sido desahuciadas de su domicilio en Bizkaia y alquilen un piso de titularidad foral no tendrán la opción de comprar esta vivienda pública, según afirmó ayer el portavoz del PNV en la Comisión de Economía y Hacienda de las Juntas Generales, Josu Arteta, en contra de lo que anunció hace tres meses la Diputación vizcaina, gobernada también por este partido.

En esta misma comisión, los grupos junteros solicitaron que el parque de viviendas forales destinado a familias desahuciadas se incorpore al protocolo que apruebe el Parlamento de Gasteiz. Además, coincidieron en demandar que las instituciones públicas deben solucionar, de manera «inmediata» y conjunta, el «drama» que supone para «muchas familias» el desahucio.