El desfile de los campeones, comandados por el denominado Big Three de Miami, formado por el mejor jugador del momento y MVP de la final, LeBron James, junto a Dwyane Wade y Chris Bosh, comenzaba a las 11.00 hora local; esto es, a las 17.00 en Euskal Herria.

El recorrido de 1,6 millas (2,6 kilómetros) comenzaba en la esquina de la 2nd Avenue y la calle Ocho, centro neurálgico de la Pequeña Habana, y tras compartir durante hora y media con los seguidores del equipo por las calles del Downtown y la zona financiera de la ciudad, se realizaba un homenaje a jugadores en el interior del American Airlines Arena.

A este pabellón pudieron acceder los abonados del equipo e invitados especiales. Se estimaba que la fiesta, en la que habría música, espectáculos y la interacción entre seguidores y los vencedores de la temporada 2012/13 de la NBA, durase hasta las 14.00.

Las autoridades preveían que se repita la masiva asistencia de personas del año pasado, en la que participaron cerca de 400.000 seguidores, que vitorearon a LeBron James y compañía tras derrotar a Oklahoma City Thunder.

La celebración de este título se prolonga desde la noche del pasado jueves, cuando la gente salió a la calle a festejar la victoria golpeando cacerolas y sartenes. Ciertamente, esa noche fue larga y comenzó con miles de seguidores viendo el partido en grandes pantallas instaladas en terrazas y restaurantes, y vibrando con cada canasta de Miami Heat, que se podría convertir en la nueva dinastía de la NBA.

Los propios jugadores celebraron el título en un popular club nocturno de Miami Beach hasta altas horas de la madrugada.

Herido por la celebración

Para reducir los riesgos de una tragedia como el atentado de Boston del pasado 15 de abril, en el que murieron tres personas y 260 más resultaron heridas, la Policía de Miami prohibió usar mochilas o bolsas de gran tamaño en la zona aledaña al recorrido, fuertemente vigilada.

Y aun así, los sustos no dejaron de ocurrir. Así, por ejemplo, el diario The sun Sentinel se hacía eco de que el adolescente de 15 años Brandon Reid sufría una herida de bala en la cabeza, al parecer fruto de los disparos de celebración de la victoria de los Miami Heat en el partido de desempate de la final de la NBA frente a los San Antonio Spurs.

La portavoz de la policía de Miramar, Tania Rues, declaró que hubo numerosas llamadas de aviso de disparos, de modo que cree que Reid no fue «objetivo» de los mismos. A pesar de todo, se espera que el joven, procedente de Atlanta y que se hallaba en Florida de visita a su madre, pueda recuperarse.