Aceptable entrada el domingo en Illunbe tras el ajuste de escenario, aunque seguro que la organización esperaba o deseaba que se superaran con creces los 5.000 seguidores. Se ve, una vez más, que los tiempos son duros y que es posible que cada vez pasen menos formaciones por la península. El comentario general a la salida del concierto fue que Whitesnake se había merendado a Def Leppard. La actuación de la banda de Coverlade (en la foto), fue bastante más contundente que la de sus compatriotas, cuando estos eran «oficialmente» los cabezas de cartel del festival. El sonido tanto de Europe como el de los británicos fue deficiente con excesivo retumbe y abuso de los graves, mientras que Def Leppard, los terceros en escena, sonaron mucho más limpio y compacto.

A Europe les tocó abrir cartel, tal y como se esperaba o proponía la lógica. Desde el inicio Joey Tempest demostró que sigue siendo el alma del grupo y que la actuación iba a girar alrededor de su carisma y voz. Abajo un público entregado, con numerosos móviles persiguiéndole, a pesar de contar con un sonido aún bastante malo, Los seguidores debieron de esperar el set completo, una hora, para que llegase su himno, la canción emblemática seguida por varias generaciones: «The final countdown», coreada con pasión.

Media hora después salieron a escena los ingleses Whitesnake con «Gimme all your love» como inicio de set. Fuertes y contundentes, el oficio del ex Deep Purple, David Coverdale se transmitió con intensidad a los asistentes. El vocalista demostró una impresionante actitud y vitalidad a sus 62 años. De otra parte, halagos también para el genial Tommy Aldridge que se lució en muchos momentos. La banda golpea el ritmo con dos baterías capitaneadas por Doug Aldrich y Reb Beach. De lo mejor de la noche fue el hit «Here I go again» y el cierre de actuación a la hora y un cuarto con la sobresaliente «Still of the night», que marcó uno de los momentos más fulminantes del festival.

Un receso demasiado largo para cambiar material derivó en un relajo en el ambiente. Exceso de patriotismo inglés en los integrantes de los de Sheffield: Phill Collen con bandera anudada en la guitarra, Rick Allen con unos llamativos cascos con la bandera de la Unión Jack, Joe Elliot con un fular con multitud de banderas inglesas. En realidad, la estética habitual en ellos desde el inicio.

Con «Lest get rocked» abrieron su tiempo, hora y media de concierto bastante plano y con varias paradas para proyectar videos, en uno de ellos para mostrar a la banda en sus días de mayor éxito, de jovenzuelos. Suenan «Armageddon», «Hysteria» no lograron mover a la gente que en su mayoría escuchaba los temas en una grada donde el apalanque era general. Con un bis, en el que interpretaron «Rock the ages», cerraron un concierto de escena impecable, pero al que le faltó un poco de chispa. Eso sí, con ellos el sonido mejoró notablemente.

El festival, según nos comentaron unos colegas, fue clavado al ofrecido el viernes en el macrofestival Hessfel del Estado francés.