Los cuatro acusados de integrar la organización «Resistencia Galega», juzgados desde ayer por la Audiencia Nacional española, negaron su pertenencia al grupo e insistieron en que siempre han defendido la vía democrática para resolver los procesos políticos y propiciar cambios sociales.

Eduardo Vigo, Roberto Rodríguez, Antón Santos y María Osorio López están encarcelados desde diciembre de 2011 y el fiscal exige contra ellos penas de 12 y 20 años de cárcel por «pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos y falsedad documental».

Al juicio asistieron decenas de amigos y familiares y, a petición de la defensa de los acusados, comparecieron por videoconferencia los portavoces de los grupos políticos en el Parlamento gallego y el delegado del Gobierno español.

El juez Alfonso Guevara amenazó con expulsar de la sala al público por las muestras de solidaridad con los procesados, que testificaron desde la cabina acristalada.

Cada uno con sus propios matices, de las declaraciones de los portavoces políticos se colige que no tienen constancia alguna de que el independentismo gallego haya optado por tomar las armas contra el Estado.