IBILIZ IBILI | javier iturritxa
San Cristóbal, la cumbre más baja y occidental de la Sierra del Toloño
El monte al que vamos a subir hoy se llama San Cristóbal. ¿Os habéis fijado alguna vez cuántos montes hay con el nombre de San Cristóbal en Álava? Dentro de las cimas puntuables son nada más y nada menos que cuatro. Se ve que la gente le tenía mucha devoción a este santo, patrón de los conductores...
Por otra parte, es de destacar el segundo plano al que ha quedado relegada esta cima. Y es que la grandiosidad de la Sierra del Toloño ha provocado un muy injusto olvido a este monte. Y digo injusto porque esta es una preciosa ruta que os va a dejar huella, os lo garantizo. Nosotros, además, lo ascendimos por la tarde, justo antes de la puesta del sol. Este hecho le dio al paisaje un toque de belleza indescriptible. Pero a lo dicho, por desgracia, en este caso, al San Cristobal le ha tocado ser «cola de león».
Para terminar comentaros que, aunque para llegar al depósito de aguas no es necesario entrar en el núcleo urbano de Salinillas de Buradón, os recomiendo una visita a sus murallas y su casco histórico. Vale la pena. Incluso desde el coche, justo antes de llegar a Salinillas, recibiréis el primer regalo. Y es que el paisaje cambia radicalmente de campos de cereal a viñedos, un bonito contraste que os gustará.
Bueno, desde la última casa antes del depósito cogeremos una pista señalada con las marcas del GR que asciende suavemente hacia el sur. Mientras avanzamos por ella, obviaremos todos los desvíos que encontraremos a nuestro paso. De esta manera, llegaremos a un caseta en cuyo interior se oye correr el agua. Está situada justo antes de que la pista cambie a sentido descendente y se pase a la ladera sur de la Sierra del Toloño.
Bien, pues justo a la izquierda de dicha caseta sale un empinado sendero que tomaremos. A partir de ahora, la vegetación será del tipo matorral bajo, muy bonita. Dicho sendero nos lleva al mismo filo de la montaña. Solo nos resta avanzar por el filo de dicha montaña en dirección este. Es así como subiremos dos antecimas antes de llegar finalmente a la cumbre del San Cristóbal (888 metros).
Os advierto que esta zona del recorrido es verdaderamente espectacular y, si la conocéis, vais a querer venir una y otra vez. El que avisa no es traidor.
Desde la misma cumbre tomaremos dirección norte por un empinado sendero que baja por el filo de la loma. A media ladera estaremos atentos, ya que a nuestra izquierda sale otro sendero que, llaneando, se coloca en el fondo de la vaguada oeste. En dicha vaguada giraremos a la derecha y continuaremos bajando por un nuevo sendero. En este punto la tierra se vuelve de color negro y también encontraremos juncos.
Parece ser que este sendero, en época de lluvias, se convierte en riachuelo. Seguiremos avanzando entre las dos lomas hasta llegar a un cruce. Por fin, en este último cruce tomaremos dirección oeste hacia la izquierda. Mientras avanzamos por este nuevo camino, podremos contemplar la terrible erosión en forma de enormes surcos que han realizado en la tierra el paso de quads y motos de montaña.
La pista continuará ascendiendo y realizando unas suaves eses para aparecer, de repente, en la pista del principio, más concretamente nos encontraremos a unos 200 metros de la caseta del la cual os he hablado anteriormente. Solo nos resta girar hacia la derecha y descender suavemente hacia el norte. De esta manera, volveremos sobre nuestros pasos para llegar al punto de partida.
Yo la verdad es que siempre doy las gracias de poder disfrutar de días tan espléndidos como este.