Jan Bakelants (RadioShack) encontró en la meta de Ajaccio con su victoria en la segunda etapa del Tour la recompensa a todo el trabajo que ha tenido que realizar para superar una operación de rodilla en marzo y justificó la presencia en su equipo para debutar en la gran prueba, lo que estuvo en serio peligro tras retirarse en la Dauphiné.

Luca Guercilena le mantuvo al final con dudas porque se presentaba con solo 18 días de competición. El flamenco se lo recompensó al lograr la victoria y el maillot amarillo al llegar con un segundo de ventaja sobre un grupo de 92 corredores en el que entraron todos los favoritos para la general y seis vascos, los hermanos Izagirre, Igor Antón, Mikel Nieve, Mikel Astarloza y Haimar Zubeldia.

Gorka Izagirre entró junto a Bakelants, Chavanel (Omega), Fuglsang (Astana), Flecha (Vacansoleil) y Mori (Lampre) en el sexteto formado a siete kilómetros de meta al aprovechar que Cannondale apenas pudo meter a Moser y De Marchi en el grupo principal. Sagan fue el único de los sprinters importantes del pelotón que superó los tres puertos situados a mitad de recorrido, pero no tuvo el apoyo necesario. Garmin y Sojasun colaboraron a última hora, pero no pudieron evitar que Jan Bakelants llegara con un segundo de ventaja a la meta que le valía además para lograr el amarillo.

El flamenco, de 27 años, logró así su mejor victoria en el campo profesional, en el que debutó con una victoria en 2008 en el Tour de Porvenir por delante de Rui Costa cuando corría con el Topsport-Vlaanderen. Desde entonces no había conseguido ningún triunfo, aunque sí logró clasificarse entre los 36 primeros en tres Giros y dos Vueltas.

Buena etapa de Euskaltel

Euskaltel Euskadi no solo tuvo presencia en el último ataque con Gorka Izagirre. Rubén Pérez también entró en la fuga del día junto a David Veilleux (Europcar), Lars Boom (Belkin) y Biel Kadri (Ag2r), que fue el que más aguantó y consiguió pasar en segunda posición el último puerto de Segunda situado a 58 kilómetros de meta.

Rubén Pérez intentó pelear por la montaña en el primer puerto, pero Boom le superó y luego no pudo seguir el ritmo de Veilleux y Kadri. El pelotón dio permiso a la primera escapada que se formó tras una tentativa inicial en la que entró Romain Sicard, pero no le dejó coger nunca más de tres minutos. Cuando comenzó la sucesión de tres puertos casi seguidos, el FDJ sorprendió al imprimir un fuerte ritmo que dejó atrás a todos los sprinters, incluido al suyo, Bouhanni, y eso provocó que la fuga muriera rápido.

Europcar aprovechó la zona más dura para mover a sus dos líderes. Primero lo intentó Voeckler y luego Pierre Rolland lanzó un ataque a 63 de meta que le valió para ponerse líder de la montaña y para hacer dudar de la fortaleza del Sky. Kiryenka asumió el mando en el pelotón para controlar esa subida, pero luego quedó descolgado y solo cuatro corredores del equipo inglés consiguieron llegar en el primer grupo: Froome, Porte, Boasson Hagen y Kennaugh.

Ataque de Froome

El que no ofreció ninguna duda fue Froome, que en la última subida de un kilómetro a doce de meta fue lanzado por Porte, que aceleró el ritmo y dejó a su líder solo en cabeza para realizar el descenso en solitario y evitar las caídas. Para ello resultó milagrosa la actitud de un espectador que espantó a un perro que salió al centro de la ruta pocos segundos antes de que pasara el primer grupo.

Esa fue la principal noticia de la segunda etapa. Al verse reducido el primer grupo a la mitad de los participantes, no se registró ninguna caída y todos los corredores involucrados en las de la primera jornada, entre ellos Tony Martin y Egoitz García, acabaron con normalidad.

Entre los corredores rezagados, al margen de los sprinters, destacó la presencia de Thomas de Gendt, tercero del Giro del pasado año, Westra, Coppel, Taaramae o Peter Velits. También llegó lejos David López, que en la Dauphiné no pudo estar cerca de su líder y debe mejorar en los próximos días para ayudarle.