alpinismo | Expedición
Todo listo para darle un primer intento al Paiju Peak
Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza descansan en el Campo Base tras portear todo el equipo hasta la base de la pared a 5.000 metros. Calculan que estarán unos 10 o 12 días en la pared.
GARA | DONOSTIA
«Ya está todo listo para darle un primer intento. El sábado entramos por primera vez en la pared y equipamos los primeros 300 metros sobre un terreno de nieve y hielo no muy difícil pero sí delicado. Como se ve en las fotos nos hizo mal tiempo y la pared no estaba en buenas condiciones para escalar. Esperemos que vuelva a cambiar el tiempo y la pared se limpie de nieve y hielo, si no, mal asunto», indicaban ayer Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza.
Los tres alpinistas ya están de nuevo en sus tiendas en el Campamento Base Paiju (3.400 metros) después de portear durante tres días hasta los 5.000 metros todo el material que necesitarán; 1.600 de desnivel por un terreno bastante duro, empinado y sin marcar.
Están en la cara Sur del Paiju Peak, un coloso de 6.610 metros en el Karakorum, cuya cima tan solo ha sido hollada en una ocasión y por su cara Norte, en 1976 por el equipo formado por tres alpinistas paquistaníes (Manzoor Hussain, actual presidente del Club Alpino de Pakistán, Bashir Ahmed y Nazir Sabir) y un norteamericano (Allen Steck). La Sur, sin embargo, es una incógnita y como están comprobando estos días Alberto Iñurrategi, Juan Vallejo y Mikel Zabalza, no es nada fácil lo que la montaña esconde.
En palabras de Zabalza, «es un `Big Wall' muy duro porque el acceso es muy duro. Pero ya lo hemos abierto y ahora tras unos días de descanso en el Base, si el tiempo nos lo permite, trataremos de escalar ese espolón de 1.000 metros y hacer cima».
10 o 12 días en la pared
Calculan que estarán unos 10 o 12 días en la pared, abriendo la vía en estilo cápsula, para lo que se servirán de una cuerda de 300 metros que les permitirá ir subiendo, a medida que ganan altura, el pesado equipo que necesitan para vivaquear en la pared y superar después los 600 metros hasta la cima a base de crampón y piolet.
Iñurrategi, Vallejo y Zabalza eligieron su objetivo tras constatar que tiene todos los elementos para poder practicar alpinismo del más alto nivel: espolones rocosos vírgenes de más de 1.000 metros de desnivel combinados con vertiginosas laderas de terreno mixto (hielo y roca) antes de acceder a su cumbre. Es decir, la suma de una gigantesca pared vertical con la dificultad del terreno de alta montaña. «Un cóctel perfecto», aseguraba Zabalza, «porque siempre nos han atraído la exploración y la dificultad y, si además de estas dos cosas hay altitud, es perfecto».
Ahora, los tres alpinistas solo necesitan algo de buen tiempo que limpie la pared después de estos cuatro días de lluvias y nevadas y que permita a la cordada de Basque Team abrir una nueva ruta en el Karakorum, en la inescalada vertiente Sur del Paiju Peak, el Pico de la Sal.