Iruñea -representada por los pelotaris de Oberena- se tomó cumplida revancha frente a Doneztebe, teniendo que volver a recurrir, por segundo año consecutivo, al tanteo global para decidir el ganador. En esta ocasión, los capitalinos les sacaron cinco tantos de ventaja (60-55) a los de Malerreka, que en la edición de 2012 vencieron por dos (60-58), después de empatar a encuentros ganados, tal y como ocurrió también ayer en el Labrit iruindarra.

De la igualdad que se vivió en la Bombonera dieron fe los continuos vaivenes en el electrónico, que parecían inclinar la balanza de un lado o de otro a medida que se disputaban los partidos. Iruñea golpeó primero en alevines, con un contundente 18-5, en el que los «Javis» Oscoz y Cuairán no tuvieron rival frente a Julen Santesteban y Gaizka Agirre.

Doneztebe buscó devolver la moneda en infantiles y a punto estuvo de conseguirlo, ya que Iker Salaberria y Rubén Medina se colocaron con un parcial de 4-13 que, de haberse mantenido, habría resultado decisivo. Sin embargo, Iban García y Pablo Cordón se recuperaron hasta empatar a catorce, aunque el triunfo cayó finalmente del lado de Doneztebe (14-18).

Fue en juveniles donde sí que los de Malekerra abrieron serias diferencias. Joanes Bakaikoa y Rubén Medina dejaron a Aritz Jamar y Javi Andueza en seis (6-22). La cosa pintaba bien para los de Patxi Ordoki de cara al último envite, el de los seniors, que iba a ser quien decidiese el vencedor final.

Gaizka Bendoiro y Jon Gorriti necesitaban llegar a 16 para reeditar triunfo, meta que se ponía más al alcance de la mano cuando firmaron un 0-5 inicial que encarrilaba el objetivo. Sin embargo, a partir de ahí surgió la figura de Iñigo Díaz, muy bien secundado por el otro Iñigo, Etxamendi, para darle la vuelta al partido y a la eliminatoria final, hasta firmar un 22-10.

Mikel Erro, de Oberena, reconocía que el «poso de serenidad» de su delantero senior había resultado fundamental para conseguir el triunfo global, después de haber sido esta la tercera final consecutiva de Iruñea, no habiendo conseguido premio en las dos anteriores. Por su parte, Ordoki asumió la derrota «porque no hemos tenido la dosis de suerte de los dos años anteriores» y admitió que el rival «ha sido mejor».