La muerte de un joven kurdo agrava el enfado por el inmovilismo de Ankara
La indignación por la muerte el viernes de un joven kurdo de 18 años tiroteado por gendarmes, que provocó ayer protestas en todo Kurdistán, se ha sumado a la decepción por el inmovilismo del Gobierno turco, que se niega a dar pasos en el proceso de paz.
GARA |
El partido kurdo Paz y Democracia (BDP) había convocado ayer movilizaciones en todo el país para exigir al Gobierno reformas para que reconozca las particularidades de la cultura y el idioma kurdo. Pero la muerte el viernes de Medeni Yildirim, un manifestante kurdo de 18 años tiroteado por gendarmes en el distrito de Lice de Diyarbakir, las transformó en la denuncia de esta muerte. Otras diez personas resultaron heridas de bala durante la manifestación en la que murió el joven, que protestaba por la construcción de una comisaría.
El suceso que se suma a la decepción de los kurdos por la falta de avances en el proceso de paz por parte del Gobierno turco.
Muchas de las localidades de Kurdistán vivieron paros, con comercios y servicios cerrados. La protesta llegó incluso a Ankara. En Batman, Siiirt y Sirnak las manifestaciones exigieron juzgar a los responsables. Cientos de manifestantes kurdos se enfrentaron a las fuerzas de seguridad turcas en el distrito de Cizre, provincia de Sirnak y llegaron a cortar la carretera. La Policía atacó con cañones de agua y gases lacrimógenos.
La muerte de Lice supone del incidente más grave desde que en marzo el Gobierno y la guerrilla del PKK llegaron a un acuerdo de alto el fuego en el marco de un proceso de paz, cuyo primer paso fue el repliegue de la guerrilla, pero que ahora aguarda alguna acción del Gobierno
Manifestación en Estambul
Ya el sábado por la noche unas 10.000 personas, convocadas por el partido izquierdista HDK salieron a las calles de Estambul en apoyo a las reivindicaciones del pueblo kurdo y en protesta por la muerte de Yildirim, coincidiendo con la manifestación de la plataforma Solidaridad con Taksim en denuncia por los muertos en las protestas en torno al parque Gezi.
En este acto, el diputado del BDP Sebahat Tuncel advirtió de que «el proceso de paz podría avanzar en otra dirección si no se pide cuentas a los responsables del ataque de Lice. Permanecer en silencio sobre esta masacre significa ser parte del crimen».
El también diputado Sirri Sureyya Önder afirmó que «el Gobierno debe reconciliarse con el pueblo, no construir puestos militares, debe tener una voluntad real de paz. Este no es el camino que nos lleva a la paz».
Con todo, indicó que «incluso si el Gobierno tiene voluntad de guerra, la fuerza del pueblo kurdo no le permitirá llevarla a la práctica».
La Policía llevó a los manifestantes a una avenida cercana pero luego cargó contra ellos con balas de goma y gas lacrimógeno. También detuvo a varios de ellos.
Secuestro de un militar
Frente a las advertencias de los kurdos, el Gobierno turco defiende la vigencia del proceso y el Ministerio del Interior aseguró que se investigaría lo ocurrido el viernes, aunque ya adelantó de que la Policía realizó «disparos de advertencia.
En este contexto, según la agencia turca Dogan, guerrilleros del PKK secuestraron a un sargento de la Gendarmería turca en Lice horas después de la muerte del joven kurdo. La agencia señaló que los guerrilleros discutieron con el gendarme, perteneciente a la unidad de operaciones especiales, y finalmente decidieron apresarlo.
En el congreso sobre el proceso de paz que ha comenzado en Bruselas el líder del KCK (Unión de Comunidades de Kurdistán) Zübeyir Aydar denunció que Ankara no ha cumplido los acuerdos para una solución democrática y que ello «tendrá efecto en la resolución del proceso». Explicó que el Gobierno turco no ha presentado ninguna hoja de ruta para la solución del conflicto y se niega a eliminar obstáculos como la ley antiterrorista o las limitaciones a los partidos políticos.