Un kamikaze que hizo estallar su cinturón de explosivos en la ciudad de Quetta, en Baluchistán, provocó la muerte de 19 personas y 50 heridos. El atentado tuvo lugar en un barrio muy poblado de Hazara Town, donde vive una importante comunidad chií. El objetivo era una mezquita pero el kamikaze activó el explosivo antes de llegar, cuando fue interceptado en un control a 50 metros, según las autoridades. Previamente, otros tres atentados dejaron 25 muertos en Pakistán, mientras el primer ministro británico, David Cameron, se encuentra de visita en el país.

En Peshawar, zona donde actúan las milicias talibán, un coche bomba dirigido contra fuerzas policiales provocó 17 muertos y 46 heridos, la mayoría civiles, ya que estalló junto a un mercado. Otros dos atentados contra fuerzas de seguridad dejaron ocho muertos más en Waziristán.