Portando una pancarta con el lema «Lege bat ikastolentzat!», una treintena de padres de alumnos de Seaska entró ayer, hacia las 17.30, en la sede del PS, situada en la plaza de los Gascones de Baiona y ocupó el local.

El objetivo de la iniciativa es exigir al gobierno la elaboración de una ley que, de una vez por todas, garantice la enseñanza del euskara y en euskara.

El director de la federación de ikastolas de Ipar Euskal Herria, Hur Gorostiaga, manifestó que no cesarán la ocupación de los locales hasta que sus «demandas obtengan una respuesta definitiva».

«Llevamos meses reclamando una solución y es hora ya de darla» prosiguió antes de recordar que el gobierno socialista prometió una ley para las lenguas minorizadas. Seaska considera que esa sería la única salida para consolidar la enseñanza de inmersión por lo que volvió a apelar a su responsabilidad

Puerta cerrada

«Los ayuntamientos llevan años apoyándonos y ayudándonos. Con el asunto del proyecto de la nueva ikastola de Hendaia, el estado ha cerrado una puerta que llevaba años abierta y, según parece, no va a ser el único caso. Nosotros no estamos dispuestos a retroceder 40 años» manifestó Gorostiaga que solicitó la solidaridad de la ciudadanía.

En el momento de la ocupación se encontraban en el local dos militantes de la sección bayonesa del PS que enseguida dieron aviso a las diputadas Colette Capdevielle y Sylviane Alaux así como al consejero general Henri Etcheto.

Capdevielle prometió que «hará lo que haga falta» y se pondrá en contacto con el presidente de Seaska Paxkal Indo.

No es la primera protesta de la federación de ikastolas desde que el subprefecto Patrick Dallennes interviniera ante el ayuntamiento hendaiarra advirtiendo al alcalde de la ilegalidad de financiar la construcción de la nueva ikastola en base a la ley Falloux. El pasado 22 de junio unas 3.000 personas se manifestaron en las calles de la capital labortana pidiendo también una nueva legislación.