La UE acuerda agilizar fondos para el empleo ante la «emergencia social»
Los socios europeos convocados en Berlín por la canciller alemana, Angela Merkel, respaldaron ayer un catálogo de iniciativas para crear empleo juvenil y acordaron agilizar la transferencia de fondos europeos a los países miembros ante la «emergencia social» que se vive en muchos de ellos. Aunque se barajaron cifras de hasta 24.000 millones -incluido el anuncio de 6.000 millones efectuado por el BEI-, ningún dirigente confirmó ese extremo.
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«Existe una necesidad de actuar y debemos dar perspectivas de esperanza y futuro a la juventud europea», manifestó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, al concluir una cumbre en la que participaron las instituciones comunitarias, 18 jefes de Estado y Gobierno, y los ministros de Trabajo y los responsables de los servicios de empleo de los 28.
Todos ellos coincidieron en la urgencia de suministrar liquidez a las pequeñas y medianas empresas, impulsar la formación dual para combinar la teoría con las prácticas en empresas y facilitar la movilidad transfronteriza.
En el cajón de posibles instrumentos para generar empleo se dio luz verde también, bajo determinadas condiciones, a la utilización de los fondos europeos para reducir las cotizaciones sociales en la contratación de jóvenes, una de las reivindicaciones del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy.
Conscientes de las expectativas que habían despertado, los líderes aceptaron incluso la creación de empleo público «por tiempo limitado», principalmente en regiones necesitadas de infraestructuras.
Para agilizar la llegada de crédito a las empresas, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se comprometió a dedicar hasta 6.000 millones de euros anuales durante los próximos tres ejercicios para créditos a pymes que contraten a jóvenes, fondos que podrían estar disponibles a partir de agosto.
A esta cantidad habría que sumar el fondo europeo de 6.000 millones para combatir el paro juvenil -del que el Estado español recibirá 1.800 millones en los próximos dos años-, así como los 16.000 millones del Fondo Social Europeo (FSE) que, según Berlín, pueden dedicarse a esta cuestión hasta 2015.
«El dinero no lo es todo, pero necesitamos dinero para tener éxito», dijo la ministra alemana de Empleo, Ursula Von der Leyen, en la rueda de prensa final de la reunión. «Si lo sumamos todo, tenemos 24.000 millones disponibles», aseguró, sin concretar de dónde saldrá esa cantidad.
De hecho, ni Merkel ni ningún otro dirigente confirmaron estas cifras. Es más, la canciller dejó claro que «no nos hemos centrado en cuánto dinero tenemos a nuestra disposición, sino en qué podemos hacer para garantizar que la gente tenga la oportunidad de encontrar empleo».
Ahondando en esta línea, la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite, como presidenta de turno de la UE, instó a los estados miembros a no usar las ayudas europeas «como excusa para no hacer los deberes».
La próxima reunión para tratar este tema se celebrará en el Estado francés y el anfitrión será Hollande, quien sostuvo que «ofrecer una esperanza a los jóvenes es una obligación tanto nacional como europea».
El Gobierno español recibió el aval de la cumbre sobre empleo joven para destinar, con algunas condiciones, los fondos europeos a la reducción de las cotizaciones que pagan las empresas al contratar a jóvenes.
La Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB), que convocó una acción de protesta en Berlín, calificó de «bomba de relojería» la situación en la que se encuentra toda una generación de jóvenes y tildó la conferencia de «desfile para la galería».
El Parlamento Europeo aprobó ayer el «Informe sobre la contribución de las cooperativas a la crisis», en el cual solicita a la Comisión Europea y a los estados miembros que se potencien las cooperativas y otras empresas de economía social como herramientas para salir de la crisis.
El informe, presentado por la eurodiputada Patrizia Toia, revela que en la actualidad las cooperativas están generando y manteniendo empleo, a la vez que muestran mejores niveles de crecimiento (en número de empresas, puestos de trabajo y mantenimiento de actividad) que otros modelos empresariales.
Por ello, demanda una mayor atención a las cooperativas y a la economía social dentro de las políticas de recuperación económica de la UE, sobre todo porque «muchas cooperativas han demostrado ser incluso más resistentes que muchas empresas convencionales en tiempo de crisis». Por ello, la cámara incide en que «en periodos de recesión, las cooperativas pueden promover eficazmente el emprendimiento a escala microeconómica».
El Parlamento recuerda que en la UE existen «alrededor de 160.000 empresas cooperativas, que pertenecen a 123 millones de miembros y proporcionan empleo a 5,4 millones de personas». GARA