Sortu incide en la crisis del modelo de Estado y Urkullu confirma que Rajoy le frustra
La semana que culminó ayer deja una fotografía en la que Sortu y PNV aparecen públicamente compartiendo ciertos análisis de fondo sobre la situación que se vive en ámbitos como el de la resolución del conflicto y la normalización política. Lo han hecho sin ocultar las discrepancias que todavía les separan, pero expresando su deseo de superarlas. Hasier Arraiz ayer precisó que no se trata de llegar a acuerdos entre abertzales, sino de activar a la mayoría social.
GARA | DONOSTIA
Tras el encuentro mantenido entre Sortu y PNV el miércoles en Donostia, Hasier Arraiz y Andoni Ortuzar destacaron que esa cita suponía la normalización de sus relaciones, superando la fase de reproches, y que ambas formaciones tratarán de hallar consensos mínimos en torno a la resolución del conflicto y el derecho a decidir.
El presidente del Consejo Nacional de Sortu profundizó ayer, en rueda de prensa, en algunos de los aspectos que ya puso de relieve en el marco de la reunión con la formación jeltzale. Incidió en que «la crisis del modelo de Estado» se está viendo reflejada en la estrategia de «cerrar definitivamente las puertas de la autodeterminación a Euskal Herria y Catalunya». Y en ese contexto de lo que Sortu califica como «segunda transición», impulsada tanto por el PP como por el PSOE, se vuelve a negar el derecho a decidir que corresponde a todas las naciones.
Comentando que esa crisis de Estado, profundizada por la debacle económica, ha dejado en evidencia que «ya no hay café para todos» -en alusión al modelo autonómico surgido de la «primera transición»-, Arraiz citó a Giuseppe Tomasi di Lampedusa, quien en su obra «Il Gattopardo» vino a sentar que «hay que cambiarlo todo para que todo siga igual».
Superando trincheras
Ante este panorama, Sortu entiende que es necesario continuar dando prioridad a «la acumulación democrática de fuerzas», una dinámica que debe estar abierta también a agentes sociales y sindicales. «Ante un reto de tales dimensiones, nos toca dar la talla y superar las trincheras que nos podían dividir hasta hace poco», subrayó. Puntualizó Arraiz que en «ese campo debería situarse el PNV», si bien lo que se busca es una «unión de fuerzas democráticas, no una unión de fuerzas nacionalistas».
Por su parte, Iñigo Urkullu confirmó ayer que está totalmente decepcionado con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, «porque no hay respuesta» a los asuntos que le plantea, sean en materia educativa, de economía o autogobierno. En sendas entrevistas publicadas por los grupos Noticias y Vocento -de las que se hizo eco la agencia Europa Press-, el lehendakari indicó también que, ante el proceso, Rajoy «debería hacer una lectura de que estamos hablando de paz y convivencia, no de una política antiterrorista».
«Estamos superando esa fase desgraciada -añadió el lehendakari-. Estamos hablando de un final ordenado de la violencia que no es solamente desarme y disolución, arrepentimiento y memoria». Pese a criticar la actitud de Madrid, aseguró que desde su gabinete se está trabajando para «encauzar relaciones» con el Ejecutivo del PP para que pasen de «ser simplemente educadas y corteses a efectivas».
«Ante un reto de tales dimensiones, nos toca dar la talla y superar las trincheras que nos podían dividir hasta hace poco», subrayó Hasier Arraiz en referencia a la estrategia española de «recentralización».
«Creo que hay que mirar el autogobierno hacia dentro y hacia fuera, aunque algunos solo estén por lo primero», comentó el lehendakari en una crítica implícita a quienes promueven la reforma de la Ley de Territorios Históricos de la CAV.