Kike DE PABLO | Alpinista

Está en plena efervescencia el tema del espionaje al respetable público o respetables súbditos, según consideremos la cosa circo o satrapía. Que con las nuevas tecnologías de las comunicaciones se iba a incrementar el control (además de la comunicación) era algo digno de esperar. Si antes te abrían las cartas y te pinchaban el teléfono clásico, porque no lo iban a hacer ahora que resulta más fácil.
Escucho a un conocido comentar que le llega un mensaje de Google diciéndole que le faltan 15 minutos para llegar a casa. Se controla que todos los días durante unas cuantas horas más o menos nocturnas se encuentra inmóvil en el mismo sitio, y el programa supone que en ese lugar pernocta, ergo su casa.
Estoy viendo un pequeño video de un escalador deportivo, Gerome Povreau, que se encuentra a punto de pasar la cuerda por el anclaje final para descender, cuando le rompe un agarre y se pega un vuelo espectacular. Justo entonces aparece un banner que tapa la parte baja del video, donde una chica anuncia: «Vuelos desde 25 €», todo ello junto al logo de un portal de viajes aéreos on line.
Tiene que ser una coincidencia, pienso, y vuelvo a cliquear el comienzo del video. Esta vez sale un banner que reza así: «¿Eres un hombre soltero? Si deseas conocer a una mujer de buenos sentimientos deberías unirte a…  (agencia de contactos)». Pienso (algo paranoico) que esto tendrá que ver con la hora tardía en la que estoy viendo la cosa (solitario, melancólico y tal). Lo de la «mujer de buenos sentimientos» ya me deja algo confuso.