TOUR 2013 | Novena etapa
Premio a la combatividad del Garmin
Dani Martin dio al equipo norteamericano la recompensa a la batalla que desató en el inicio de etapa que provocó que Froome quedara sin compañeros desde el segundo puerto. El líder respondió a los ataques de Valverde y Movistar, que eliminaron a Porte de la general.
Joseba ITURRIA | BAGNÈRES DE BIGORRE
Dani Martin dio en Bagnères de Bigorre el triunfo de etapa que recompensó el ataque que lanzó el equipo Garmin desde la salida para dinamitar la carrera y saltar las alarmas del Sky, que provocó que Christopher Froome tuviera que correr sin equipo los últimos 130 kilómetros.
No lo necesitó porque la debilidad de Richie Porte, paradójicamente, le ayudó a tener la carrera siempre controlada, que era lo mejor que le podía pasar. Movistar asumió el mando del pelotón para distanciar al segundo clasificado de la general y eso provocó que no se registraran ataques de corredores peligrosos en la general.
El equipo navarro fue el único que atacó al líder, que siguió la rueda de Valverde cuando se marchó con Rubén Plaza entre los puertos de Mente y Peyresourde y también respondió a las cuatro arrancadas de Nairo Quintana en la última subida a La Hourquette de Ancizan, en la que Dani Martin y Jakob Fuglsang saltaron para disputarse la victoria de etapa al sprint.
Fue una jornada preciosa. Garmin, uno de los equipos que salieron peor parados de la primera etapa pirenaica, atacó a bloque de salida y Froome vio cómo empezaba a perder compañeros desde el primer puerto del Aspet como consecuencia del fuerte ritmo que puso Sky.
Inconformismo de Euskaltel
Otros equipos se sumaron a la fiesta, como Euskaltel, que colocó en un grupo cabecero a sus dos líderes, Mikel Nieve e Igor Antón, junto a Ion Izagirre, y Movistar, que metió a un gran Castroviejo, Plaza y Rui Costa, como Garmin, que tenía a Martin, Hesjedal y Danielson. Sky quiso anular esa fuga y entre su trabajo, la caída de Kennaugh y la explosión de Porte, Froome se quedó solo a cinco kilómetros de coronar el primer Primera y Movistar no paró hasta la meta.
Euskaltel salió decidido a jugarse el todo por el todo ante su gente sin priorizar mantener un buen puesto en la general después del buen rendimiento de los dos líderes. Pero tuvo la mala suerte de que cada vez que se movieron los dos líderes naranjas Movistar atacó con dureza.
Por detrás del grupo en el que se metieron los tres mejores corredores del Euskaltel se fueron Rubén Plaza, Valverde y Froome, que obligaron a Saxo Bank a un esfuerzo para colocar a Contador y se juntaron casi todos. Eso provocó que solo quedaran delante cinco fugados: De Clerq (Lotto), Hesjedal (Garmin), Rolland (Europcar), De Gendt (Vacansoleil) y Bardet (Ag2r).
A partir de ahí, Movistar trabajó en la cabeza del grupo para impedir que Porte recuperara el terreno perdido y, aunque hubo un momento en el que recuperó buenas sensaciones y se acercó a 1:15, Castroviejo aceleró el ritmo en cabeza y el de Tasmania comenzó a perder tiempo y cualquier opción a pensar en una buena general al llegar a meta a dieciocho minutos.
El ritmo de Movistar anuló la fuga del día y Bardet fue el último en ser atrapado en la subida de La Hourquette de Ancizan, en la que Fuglsang y Dani Martin se marcharon por delante. Nieve intentó enlazar con ellos, pero Quintana quiso probar a Froome, que respondió sin problemas a sus cuatro ataques, y eso impidió al navarro abrir hueco con el grupo, que sí permitió a Fuglsang y Dani Martin disputarse una victoria que se llevó el equipo que más la mereció.
A 20 segundos entró el primer grupo con los favoritos y Mikel Nieve, a 3:54 un segundo con Igor Antón y Ion Izagirre. Haimar Zubeldia, lastrado por su lesión, llegó a 22:43. Bastante hizo el sábado en Ax3 Domaines.
Si el doblete de Froome y Porte en la primera etapa pirenaica hacía temer por un nuevo festival del Sky como el de 2012, ayer se confirmaron las sensaciones negativas que trasmitía el equipo inglés desde las etapas de Corsica, en las que bastaba un puerto de Segunda para dejar adelante a solo cuatro de sus corredores.
Ni tan siquiera en la etapa de Ax3 Domaines el Sky estuvo a la altura de lo que se esperaba. Solo Kennaugh y Porte dieron un nivel muy alto. El ritmo de Kiryienka en nada se parecía al que marcaba bajo la lluvia en la Euskal Herriko Itzulia y ayer se confirmó que el bielorruso no estaba bien al llegar fuera de control. Y, sin estar bien, Froome pierde al corredor que debía marcar el ritmo en la alta montaña antes que Kennaugh y Porte.
La caída de Thomas, que fue uno de los mejores apoyos de Froome en la Dauphiné, ha mermado a un equipo que ayer tuvo la mala suerte de la caída de Kennaugh en un momento clave, aunque no sufre lesiones. Tampoco David López está a su nivel.
Froome decía tras la etapa que pasó el día más duro de su carrera ciclista cuando se vio sin ningún compañero en el primer grupo y, aunque reiteró que es el más fuerte, la debilidad de su equipo da un mayor interés a las etapas alpinas, en las que los rivales intentarán volverle a dejar sin equipo.
El Sky tiene hasta el final del Mont Ventoux del domingo para intentar recuperar. Hoy agradecerá, como todos, la jornada de descanso tras el traslado general a Bretaña, donde mañana se reanuda el Tour.
J. ITURRIA
