La fiesta más universalizada se retrasa veinte minutos de oro por una catetada solemne. Una ikurriña gigante es el motivo de un ridículo universal. Veinte minutos de infamia televisiva, de desconcierto político, de impericia generalizada. Estamos en los Sanfermines cosa que televisivamente es un acontecimiento tratado de unas maneras muy poco saludables. Pongamos que para TVE su misión principal es españolear. Sin más. Por eso los retrasos, las tomas de cámaras inverosímiles, los destrozos narrativos y otros complementos indirectos que se nos irán sobreviniendo día a día.

Como primera instancia, viendo, escuchando y leyendo, estamos en el Gran Akelarre del Tópico. No hay manera de escapar de cuatro frases hechas, de unos versos viejos y de unos conceptos que no se pueden renovar ya que sería una traición o una destrucción de paisaje sentimental de muchas generaciones. A Pamplona hemos de ir con un tópico y un chupetín. Y si empieza en fin de semana los tópicos se multiplican por miles. Iruñea convertida en crisol de idioteces, estación de paso de migraciones de cenutrios.

Los fieles madrugadores vemos los encierros como debe ser, en tendido supino. Y en el día del santo nos reencontramos con una rectificación apropiada de TVE, han rescatado a Javier Solano con el que tanto hemos discrepado, pero que al menos tiene sensatez, sabe mirar la pantalla, descifrar los misterios de los encuadres y viene muy documentado desde la cuna. Nos evita algunos bochornos apreciativos de sus compañeras. Tiene pulso, es la voz más solvente de los encierros. Y pinta canas. Ha vivido para saber.

Lo que sucede en los día del santo y en la selección genética de los ganaderos de bravo es que buscan al chivo grande, con apariencia de toro, pero que una vez colocados ente la marabunta de mozos y alguna moza, se jiñan, se acobardan, de tal manera que uno, el último que se podía haber dado un festín, simplemente pidió permiso para entrar en el redondel. Menudo fraude. Veremos en breve toros mecánicos y los encierros privatizados y de pago. Una solución para estas aglomeraciones. O con el sistema Wert, con nota mínima para poder hacer carrera.