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Maya no pudo evitar tener que escuchar silbidos y gritos

Tiene que ser emocionante ser miembro de la Comparsa y recibir el calor de la gente mientras transcurre la procesión. Quien no lo pasó tan bien fue el alcalde, Enrique Maya, y los concejales de UPN, que tuvieron que escuchar silbidos en varios puntos del recorrido.

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Martxelo DÍAZ

«El txupinazo es a las doce» o «UPN kanpora» fueron algunos de los gritos que Maya y el resto de concejales tuvieron que escuchar a su paso por las calles Mercaderes y Curia. En esa zona, una banda de txistularis puso la banda sonora al ritmo de «Ikusi mendizaleak», que el público coreaba, especialmente la estrofa que dice «Guk euskaldunak gara, Euskal Herrikoa». También pudieron verse ikurriñas, la bandera que se intentó ocultar en el txupinazo.

En estas calles, los ediles de UPN también recibieron apoyos, aunque fueron minoritarios. Alguno hasta se arrancó con gritos de «Bildu kanpora». En cualquier caso, pasar por estas calles es un trago amargo para los concejales de UPN. A María Caballero y Ana Elizalde se les notaba el disgusto mientras intentaban caminar rodeadas de dos hileras de municipales que trataban de contener a la multitud. El edil de Participación Ciudadana, Fermín Alonso, recurrió a Twitter para mostrar su malestar y llamar nazis a quienes acudían a la procesión a mostrar su desacuerdo con el equipo de gobierno de UPN.

Alonso reconoció que el volumen de descontentos en Curia era «un río», aunque trataba de minimizar la protesta señalando que eran «cuatro» teniendo en cuenta el número de personas que se congregó para ver al santo en el resto del recorrido procesional.

Desde que comenzó la procesión pudieron verse escenas de fervor hacia el santo moreno, como la jota que se le canta en la Plaza del Consejo o el «Agur jaunak» a cargo de Napardi. Miles de personas acudieron a esta parte de la procesión. Pero aquí también se escucharon pitos a los dirigentes de UPN. La presidenta del Gobierno navarro, Yolanda Barcina, se encontraba en un hotal para escuchar la jota «Al glorioso San Fermín» por parte de la Coral de la Txantrea. Sin embargo, las muestras de malestar del público le hicieron retirarse al interior del establecimiento.

UPN trató de silenciar la crítica en Alde Zaharra, del mismo modo que intentó que la ikurriña no estuviera presente en el txupinazo. Así, ordenó a las brigadas de limpieza que retirasen las pancartas que se habían desplegado en varias calles situadas en el recorrido de la procesión. Asimismo, como ha sucedido en otros años, se borraron los carteles reivindicativos pegados en este barrio. Sobre algunos de ellos volvieron a pintarse demandas.

Tampoco fue plato de buen gusto para Maya presidir la primera corrida, ya que volvió a recibir una sonora pitada por parte del público de sol.

En la homilía, el obispo Francisco Pérez hizo un llamamiento a «mantener nuestras tradiciones con autenticidad evangélica y con profundidad de fe» y alertó de que las fiestas pueden convertirse en «un sucedáneo adulterado». Si es que se empieza retrasando el txupinazo y...

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