REPORTAJE
Quintana, orgullo y símbolo de la renovación colombiana
Los Quintana, Betancur, Uran, Henao... han reavivado la ilusión que simbolizaba Lucho Herrera en los 80.
AFP | BOGOTÁ
El escalador colombiano del equipo Movistar Nairo Quintana, único representante de su país en el Tour 2013 -7º en la general y mejor joven-, ha devuelto la euforia a los aficionados colombianos por el regreso a la vanguardia de quienes fueron conocidos en su día como los escarabajos. Siguiendo el ejemplo de Rigoberto Urán y Carlos Betancur -segundo y quinto en el Giro-, ambos ausentes en este Tour, los escaladores colombianos alcanzan de nuevo protagonismo en el escenario.
Quintana, de 23 años, ganador del Tour del Porvenir en 2010, ha confirmado en las carreras de la primavera su gran potencial tras ganar la Euskal Herriko Itzulia ante los favoritos, el australiano Richie Porte y su compatriota Sergio Henao. Por su parte, Betancur se permite soñar con el título de campeón del mundo en setiembre en Florencia (Italia), sobre un recorrido que parece convenirle.
Urán -medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Londres-, Betancur, Quintana y Henao son una muestra clara de la recuperada salud de un ciclismo colombiano, que ha permanecido demasiado tiempo huérfano de sus antiguas glorias en la década de los 80, como Lucho Herrera (ganador de la Vuelta 1987) y otros como Fabio Parra (tercero en el Tour de 1988).
En 2º lugar del World Tour
Como signo de esta renovación, Colombia se ha situado en el segundo lugar del ranking de la clasificación por países del último World Tour, por detrás de España y por delante de Italia.
Desde los tiempos de Herrera y Parra, muchos corredores «cafeteros» han pasado por el pelotón ciclista -Oliverio Rincón, Nelson Cacaito Rodríguez, Hernán Buenahora, Alvaro Mejía, José González, Víctor Peña, Santiago Botero...-, pero sin llegar a suscitar el entusiasmo actual.
«El ciclismo (colombiano) vive una resurrección. Hay buenos jóvenes como Urán y Betancur que ya han tenido grandes éxitos en Europa», apunta el legendario Lucho Herrera (52 años), que tiene un monumento erigido en su honor en su ciudad natal de Fusagasuga.
«Cada década han salido corredores de Colombia, pero estamos asistiendo al nacimiento de una nueva época dorada», añade convencido Ramiro Valencia, presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo. Como hecho novedoso, los escarabajos de hoy, al contrario de sus predecesores, han ido aprendiendo el oficio en las carreteras europeas, al amparo de los mejores equipos del circuito.
Diez bicis por cada coche
Pero, aunque en Colombia se vive ahora mismo una pasión por el ciclismo en carretera, no se debe olvidar el ciclismo de montaña (VTT) y el BMX (bike moto cross), sobre todo después de las medallas de oro y bronce que obtuvieron en Londres Mariana Pajón y Carlos Mario Oquendo. «El éxito de Pajón y Oquendo ha tenido un impacto muy positivo. Ahora hay miles de niños y jóvenes que practican el BMX. En Colombia, por cada compra de un coche se venden diez bicicletas», señala Ramiro Valencia,.
Y además el relieve montañoso de la mayoría de los 32 departamentos colombianos ofrece un marco ideal para la práctica del ciclismo en un país tan apasionado, donde han florecido los carriles bici y las pistas adaptadas a las bicicletas. «Colombia es un país de ciclistas, donde se practica desde hace muchos años», confirma Karen Sánchez, de 14 años, que sube cada domingo, como otros cientos de personas, los siete kilómetros que separan la capital Bogotá del puerto de La Calera, a 3.000 metros de altitud.
«Somos una ciudad y un país de ciclistas», asegura Lisa Cervantes, de 19 años, otra apasionada de la bicicleta. «Aunque todo el mundo habla de fútbol, el ciclismo es el deporte que más motivos de celebración ha proporcionado a nuestro país en los últimos años».
Las esperanzas y sueños de todo un país están puestos este mes en la figura de Nairo Quintana, listo para asumir el reto.