Ante la descomposición de un Estado corrupto, a Rajoy solo se le ocurre decir: «España va mejor»
Las últimas revelaciones del multimillonario tesorero del PP que Rajoy nombró, hoy preso en Soto del Real, dan carta de naturaleza a la convicción cada vez más generalizada de que el PP es un partido lastrado por la corrupción que durante décadas se ha financiado ilegalmente. En cualquier otro estado europeo el partido señalado habría tomado medidas, cortado cabezas como cortafuegos o, como mínimo, hubiera dado explicaciones que parecieran razonadas y razonables. Nada de eso ha hecho el PP, y tampoco se espera que lo haga.
Y tiene su lógica, porque con una Casa Real que vive a todo tren y es frecuentemente asociada a la corrupción y el fraude fiscal; con el exjefe de la Patronal en prisión; con personajes como el exjefe de los jueces Carlos Dívar, Camps, Fabra; con casos como Gürtel, EREs fraudulentos... ¿para qué dar explicaciones? En el país donde era fácil hacerse rico, que apuesta por el modelo Eurovegas, con sobresueldos en A y en B... ¿por qué iba a hacer el PP nada fuera de «lo normal»? Mejor negarlo todo, dejar las cosas como están y tomando por tontos a los ciudadanos defender «que España va mejor». Nunca un refrán tuvo tanta razón: el pescado se empieza a pudrir por la cabeza.