Primera jornada de descanso
Froome necesita rehacer sus tropas
La primera semana de carrera muestra al británico como el hombre más fuerte del pelotón pero rodeado por un equipo vulnerable.
AFP | SAINT-NAZAIRE
Tras el paso por los Pirineos, la edición número cien del Tour llega a la segunda semana de carrera con su favorito, el británico Chris Froome, vestido ya de amarillo pero rodeado por un equipo que parece vulnerable. Parecía que todas las cartas estaban sobre la mesa... hasta la increíble jornada del domingo para el equipo Sky, tan negro como el color de su maillot. El horizonte, que hasta entonces parecía brillante para «Froomey» y los suyos, se oscureció brutalmente. Sobre todo de cara a la tercera semana en los Alpes, ya que los próximos días la carrera afronta una travesía por la llanura francesa, desde Bretaña hasta el valle del Ródano.
En unas pocas horas, la formación dirigida por Dave Brailsford perdió a un hombre muy apreciado -Kiryienka, que llegó fuera de control-, y vio esfumarse su ambición de doblete en el podio con Richie Porte, como sucediera el año pasado cuando Froome escoltó en París a Bradley Wiggins. El australiano, segundo jefe de filas, vuelve a ser un hombre de equipo, llamado a desempeñar un papel fundamental en la montaña. Ahora, toda la responsabilidad recae sobre el líder, pero hasta ahora el «keniata blanco» no ha dado ningún signo de debilidad. Muy al contrario, ahora va a rehacer otra vez sus tropas.
¿Cuáles son los adversarios?
Superior individualmente a todos sus adversarios, tal y como demuestran sus resultados de la primera parte de la temporada, Froome no tiene rivales directos de su nivel, a menos que Alberto Contador muestre una gran mejoría. Cortado el sábado en las fuertes rampas de Ax-3 Domaines, y demasiado justo el día siguiente para poder pasar al ataque, el español quiere creer que el tiempo corre a su favor.
«Mi condición no es extraordinaria, pero en las grandes vueltas suelo mejorar con el paso de los días. Es en la tercera semana cuando mejor me siento. Froome está muy fuerte pero ya vimos en la Vuelta del año pasado que tuvo un bajón en la tercera semana. Hay que esperar y no pensar que es imposible», declaraba el corredor de Pinto ante los medios durante la jornada de descanso de ayer.
No obstante, el líder está amenazado por varios bloques, equipos que se encontraron en superioridad numérica el domingo en la etapa reina de los Pirineos. Saxo -Contador es 6º y Kreuziger 5º-, Belkin -con Mollema 3º y Ten Dam 4º- y sobre todo Movistar -Valverde es 2º, Quintana 7º y Costa 10º- cuentan con más de un corredor en la parte alta de la clasificación general, a menos de tres minutos.
Esa fuerza colectiva ofrece un amplio abanico de posibilidades tácticas, para que el Sky sea de nuevo vulnerable y que sus adversarios sepan crear y aprovechar esa situación. Ello supondría una novedad en la tendencia actual del ciclismo, que se centra más en la defensa de los puestos logrados con anterioridad. «La selección se hizo tirando hacia delante, no mirando hacia atrás», se felicitaba el director del Tour, Christian Prudhomme, el domingo por la tarde en Bagnères-de-Bigorre. «Los amantes del ciclismo no pueden sino alegrarse por ello».
¿Qué ofrece la segunda semana?
La próxima cita con la montaña será la del domingo en el Mont Ventoux, un puerto árido en todos los sentidos del término que pondrá fin a una etapa muy larga (242,5 km). Antes, la ronda gala inicia en Bretaña un largo recorrido favorable para los hombres rápidos del pelotón, que luego deberán esperar al último día en París, el 21 de julio, para encontrar un trayecto adecuado para sus intereses.
«Los cuatro mejores sprinters del pelotón (Kittel, Cavendish, Greipel, Sagan, por orden cronológico) han ganado cada uno una etapa», tal y como recuerda Prudhomme, por lo que durante estos días van a intentar doblar, o triplicar si se puede, esa cifra en una semana que se antoja complicada para los aventureros, a no ser que el cansancio empiece ya a hacer mella en los equipos de los velocistas a la hora de abortar las escapadas.
Para los favoritos de la general, el punto de mira estará situado en Mont-Saint-Michel, «la maravilla de Occidente», que mañana acoge la primera de las dos cronometradas individuales de la carrera (33 km). Froome, el mejor de los escaladores en la disciplina, intentará aumentar las diferencias en la clasificación aunque está por ver en qué proporciones lo consigue.
«Habría preferido no perder tiempo respecto a Froome antes de la contrarreloj, porque creo que el recorrido le favorece», reconocía Alberto Contador en la rueda de prensa ofrecida ayer en un hotel de La Baule. «Será una jornada difícil para mí, porque es un recorrido muy llano, adecuado para los buenos rodadores. Eso me va a perjudicar, pero la disputaré al cien por cien y ya veremos el resultado», adelantó el madrileño.
El mánager del Sky hizo un balance positivo por haber logrado el maillot amarillo gracias a una «buena» crono por equipos y una «fantástica» primera etapa de montaña. Sobre los problemas de su equipo en la etapa del domingo, Brailsford dijo que «siempre se aprende más de las adversidades que del éxito, y ayer aprendimos».