A pesar de que no se pudo lograr delante de la afición la victoria que Euskaltel Euskadi se marca como objetivo en el Tour, las dos etapas pirenaicas han dejado un buen sabor a los líderes y a toda la afición naranja, que volvió a demostrar que es la mejor del mundo como demostraba el mensaje trasmitido por Andy Schleck en su cuenta de twitter oficial: «Mila esker euskal zale guztiei zuen babesagatik! munduko zale onenak zarete!! alpeetan nahi zaituztet...».

También Mikel Nieve quedó maravillado en la primera oportunidad de vivir el ambiente de los Pirineos desde dentro: «Fue impresionante, toda la afición ha estado muy bien. En la Hourquette d'Ancizan he pasado con la piel de gallina. Ha sido un honor y un placer ser ciclista. Yo también he estado animando al lado de la carretera, siempre he soñado con pasar por ahí así y ha sido muy bonito».

La pena que le queda es no haber podido marcharse con Dan Martin y Fuglsang en esa última ascensión de los Pirineos: «Desde el principio se fue muy rápido y la etapa fue durísima y bastante tuvimos con aguantar ahí. Estuve muy bien y fue una pena que cuando arrancaron me quedé cerrado y no pude ir con ellos y cuando lo intenté después atacó Nairo Quintana y respondió Froome».

Está undécimo en la general, pero es fiel al discurso de marcarse una etapa como objetivo: «Queda mucho Tour, llevamos solo nueve etapas y quedan las cronos y los Alpes y prefiero ir paso a paso. Ya veremos. El objetivo es ganar una etapa y a ver si podemos conseguirla. Sería muy bonito y lo intentaremos».

Hacía un balance positivo de las dos etapas pirenaicas y, sobre la debilidad del Sky, sacaba la conclusión de que «son humanos. Al final toda la responsabilidad era de ellos, intentaron controlar la carrera y les resultó imposible. Todo el mundo arrancó y no pudieron, aunque Froome está por encima y será muy difícil ganarle».

Antón se queda con lo positivo

Igor Antón también estuvo con los mejores en el final de Ax 3 Domaines, donde entró décimo, pero el domingo no pudo seguir el ritmo del primer grupo. No se vino abajo, está 19º en la general y el de Galdakao se queda con lo positivo: «Hay que tener paciencia. Esto es el Tour. El sábado tuve muy buenas piernas y el domingo no tanto, pero como otros muchos porque fue un día agónico. Me filtré en una fuga, tuve una avería y al final fui regulando, pero creo que estoy bien. La general no es importante para mí y hay que ser optimista. Queda mucho».

Quería quedarse con lo positivo: «Lo de Ax3 Domaines fue una inyección de moral, porque el Tour es una carrera en la que había visto el lado oscuro, tenía ganas de volver y estar en la pelea y ahora toca descansar porque queda mucho».

Preguntado por lo sucedido en las dos etapas pirenaicas, comenta que «pensaba que iba a haber menos diferencias y ha habido muchas sorpresas, pero también tenemos a gente que ha perdido poco tiempo y no va a desaparecer en la general, corredores como Purito Rodríguez que están cerca».

Rechazaba que el calor fuera la principal causa por la que se crearon tantas diferencias en los Pirineos: «Había mucho calor, pero no era insoportable, es lo que puede haber en un Tour. Más que por el calor, las diferencias que se crearon el sábado fueron por ser la primera toma de contacto con la montaña».

Destacaba el rendimiento dado por Nieve en las dos etapas y compartía la prioridad del equipo de buscar una victoria de etapa: «No cambiamos de objetivo, quedan muchísimas batallas y muy importantes, cronos que no nos vienen muy bien e intentaremos seguir con el objetivo de buscar una etapa en la montaña. Que se nos vea arriesgar. A veces arriesgando puedes perder mucho, pero también ganar un montón. Debemos dejarnos ver, ganar siempre es difícil, pero queremos quedarnos con un buen sabor de boca».

También se mostró encantado con el ambiente de los Pirineos y sobre las opciones de Chris Froome entiende que «le queda todo por delante con la responsabilidad de estar líder».