UDATE | Iruñeko Sanferminak
No hay la más mínima duda, con los de casa y las peñas se disfruta mejor
No somos pocos los que pensamos que mejor si Hemingway se hubiese quedado calladito. A ver si ahora va a resultar que nos hacen falta los guiris para pasarlo bien. Con las peñas tenemos de sobra.
Pepe FARIAS | IRUÑEA
Vale, somos una fiesta universal y todo eso. Se nos observa desde los cinco continentes y todo el mundo quiere venir a Iruñea del 6 al 14 de julio. Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos. Y entre estos últimos quedamos los de casa, los que vamos a disfrutar de la tranqui- lidad de entre semana y del ambiente casta por excelencia.
Y ahí voy yo y rompo una lanza en favor de las peñas, presentes a todas horas en sus más variadas versiones -almuerzos callejeros, txarangas incombustibles o kalejiras ensordecedoras-, que no faltan a la cita diaria para ambientar al pueblo llano y soberano, independientemente de que detrás de ellos vaya una ristra de foráneos o paisanos. Sus ganas de juerga, eso sí que es algo galáctico, y no ese encorsetado programa oficial, al que se le ha caído esa pata comercial de la que tanto alardeaban sacando pecho, eso sí, siempre desde el respeto institucional.
Que no, que no, que la movida está en la calle y, por si alguno aún no se ha querido enterar, lo va a poder comprobar en los próximos días. Disfruta, compañera y compañero, ahora que puedes, que en breve volverán, como las oscuras golondrinas, las hordas extranjeras a sus barras a abrevar. Gustavo Adolfo, ese sí que sabía escribir y no el barbudo de Illinois.