GARA > Idatzia > Ekonomia

Denuncian los recortes en gasto y en empleados en un acto oficial en Cruces

Sindicatos de la Sanidad Pública denunciaron ayer los recortes en gasto y en empleados que se están materializando en Osakidetza, ante la visita efectuada por el lehendakari Iñigo Urkullu y el consejero de Salud, Jon Darpón, al nuevo laboratorio del Hospital Universitario de Cruces.

p024_f01.jpg

GARA | BILBO

Medio centenar de trabajadores sanitarios de los sindicatos ESK, SATSE, ELA, UGT, SME, FFHE, CCOO y LAB recibieron ayer en el Hospital de Cruces al lehendakari, Iñigo Urkullu, y al consejero de Sanidad, Jon Darpón, con gritos de «la sanidad pública no se vende» y «Darpón dimisión», en protesta por los recortes en gasto y empleados que, según indicaron, sufre la sanidad vasca, durante la inauguración del nuevo laboratorio del centro sanitario situado en Barakaldo.

Tras intercambiar unas palabras con el consejero a las puertas del nuevo edificio, uno de los trabajadores obtuvo permiso para acceder al mismo, y, durante la visita a las instalaciones, entregó a ambos mandatarios una carta que recogía sus críticas, centradas, fundamentalmente, en la «mayor carga de trabajo» que, aseguran, sufren los trabajadores de Osakidetza, así como la «menor contratación» llevada a cabo por el Departamento este año.

Durante su intervención ante los medios, Darpón no pudo obviar la protesta y señaló que Osakidetza «funciona bien, con pitos o sin ellos», y argumentó que los ciudadanos que acuden al servicio «se sienten en buenas manos». Insistió en el «compromiso» del Gobierno autonómico por trabajar en favor de un servicio sanitario «público, gratuito, y de calidad» y dijo que la crisis «no va a ser una excusa para lo contrario».

No obstante, el consejero admitió que su Departamento está pidiendo «un esfuerzo importante, pero necesario» a los trabajadores de Osakidetza y que ha tomado la decisión de «no gastar lo que no tenemos», si bien destacó su apuesta por «avanzar y mejorar» hacia una gestión «eficiente» de los sistemas sanitarios.

Sin embargo, los sindicatos presentes en la concentración señalaron que la gestión llevada a cabo por los responsables de Cruces supone un ataque a la sanidad pública y a los derechos de sus trabajadores, «como lo certifican las más de 10.000 firmas» de usuarios de este centro recogidas en defensa de una sanidad pública y de calidad.

Ante esta visita del lehendakari, las centrales trasladaron a la opinión pública «la otra cara» de Osakidetza y denunciaron los «efectos negativos» que las «políticas de recorte» del Gobierno de Urkullu están teniendo en la calidad asistencial y en los derechos laborales.

Entre otras medidas, criticaron la apuesta de Osakidetza por la privatización de las tareas de limpieza del nuevo edificio de laboratorios, lo que supone «un incumplimiento del acuerdo de mesa general y del Acuerdo Regulador de las Condiciones de trabajo» del ente sanitario.

Los sindicatos denunciaron el déficit de personal que eleva las cargas y ritmos de trabajo, lo que «dificulta un trato adecuado» e «incide en la posibilidad de mayores errores».

20.000 análisis cada día

El nuevo laboratorio de Cruces realizará 20.000 pruebas cada día, algunas de las cuales se derivaban con anterioridad a laboratorios externos.

El nuevo edificio, incluido en un proyecto de reforma del hospital iniciado en 2007, ha supuesto una inversión de 20 millones de euros, y dará servicio a las comarcas de Ezkerraldea, Enkarterri, Uribe-Kosta y a los hospitales de San Eloy y el futuro hospital de Urduliz.

2.500 puestos

Los sindicatos denunciaron que la aceptación por parte del Ejecutivo de Gasteiz de las políticas de recortes que llegan del Gobierno Rajoy «se carga» el logro social de las 35 horas y «apuesta por la destrucción de miles de puestos de trabajo, 2.500 en Osakidetza».

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo