Alfonso García está desde ayer al frente de la Alcaldía de Barakaldo, el quinto municipio más poblado de Euskal Herria, en sustitución de Tontxu Rodríguez, quien abandona sus responsabilidades municipales tras diez años al frente del Consistorio de la localidad fabril.

La designación de García se produjo ayer en un pleno extraordinario, en el que se presentaron dos candidatos a alcalde, el mismo García, hasta ahora segundo teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal del PSE, y Amaya Fernández, edil del PP. Ninguno de los dos obtuvo la mayoría absoluta necesaria, por lo que fue designado regidor el candidato de la formación más votada.

Alfonso García recibió los ocho votos de los concejales de su formación, Fernández los 5 de la suya. Bildu (4) y PNV (6) votaron en blanco, y la representante de Ezker Anitza-IU, Amaia Martínez, no participó en la votación.

García, que juro su cargo en euskara, pronunció ya como primer edil un discurso en euskara y castellano, en el que mostró su disposición a llegar a acuerdos con la oposición y habló de la necesidad de trabajar por «un modelo de gestión más participativo y transparente», como reclama la sociedad.

También señaló dos líneas rojas, que dijo no sobrepasará: el mantenimiento de los servicios y el empleo.

Al pleno de investidura del nuevo alcalde acudió el secretario general del PSE, Patxi López, quien manifestó en su cuenta de twitter, que en esta localidad se abre «un nuevo tiempo, un nuevo impulso con nueva ilusión».

Los ediles del PNV recordaron a García que hereda deberes que su antecesor dejó pendientes, como «la falta de aulas para los niños y niñas de 0 a 2 años», la necesidad de «abrir nuestro Ayuntamiento a los baracaldeses», o que «todos los grupos podamos hacer un seguimiento de las sugerencias y quejas que trasladan a su ayuntamiento».

También el grupo municipal de Bildu se refirió a la necesidad de verdadera participación ciudadana y no el «paripé» realizado hasta la fecha alrededor de un término, que el gobierno municipal «ha prostituido», según denunció. La coalición pidió, asimismo, al nuevo edil que «destierre» otra práctica habitual del equipo de gobierno: «no respetar las decisiones tomadas en el máximo órgano de representación política de los y las ciudadanos».

El PP valoró, por su parte, que el relevo «se reduce a un cambio de caras para que todo siga igual».