La Comisión Europea (CE) propuso ayer reducir un 17% la cuota de pesca de anchoa en el Golfo de Bizkaia, de forma que el total admisible de capturas (TAC) se situará en 17.100 toneladas este próximo año. La Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa, aunque admite que «a nadie gusta una disminución», cree que es una noticia positiva ya que «teniendo en cuenta que hace cinco años nos encontrábamos con la pesquería cerrada, pone sobre la mesa que la campaña de la anchoa está restablecida y que hay biomasa suficiente como para desarrollar una costera normal».

Según la propuesta efectuada por la Comisión Europea, el Estado español podrá pescar en esa temporada 15.390 toneladas y, el francés, 1.710 toneladas. La campaña pasada la CE fijó el TAC para la pesca de anchoa en el Golfo de Bizkaia en 20.700 toneladas, 9.000 menos que en la temporada anterior (una reducción del 30%).

La CE asegura haber tenido en cuenta las últimas recomendaciones científicas, que señalan que la reserva de anchoa en la zona «se encuentra por encima de los límites biológicos seguros», aunque su tamaño (56.055 toneladas este año) ha disminuido con respecto a las temporadas precedentes.

El límite de capturas propuesto por Bruselas es el resultado de una fórmula matemática que fija el máximo tonelaje que se puede pescar en un año determinado en función del tamaño de la reserva.

«Campaña normal»

La secretaria general de la Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa, Miren Garmendia, aseguró que, a pesar de la disminución de la cuota, esta noticia «va a permitir desarrollar en la costera de primavera una campaña normal».

«Sabemos que la anchoa es una especie de vida muy corta -indicó- y que hay muchos factores que pueden incidir en que en un momento dado haya mayor o menor biomasa en el mar, y por eso no consideramos que un 17% menos sea una disminución tan catastrófica».