La elección de gobernador de Baja California, una de las claves de las elecciones locales celebradas el domingo en 14 de los 32 estados mexicanos, se cerró con la disputa entre los dirigentes del PRI y del PAN, que proclamaban sus respectivas victorias.

Un recuento preliminar dio como ganador al candidato del derechista PAN, Francisco «Kiko» Vega, apoyado por el PRD, de izquierdas, con 47,15 % de los votos frente al 44,14 % para Francisco Castro Trenti, del PRI.

Sin embargo, las autoridades electorales de Baja California decidieron ayer invalidar estos resultados preliminares por «errores» detectados en el sistema informático. Los resultados oficiales se esperan a partir de mañana.

Pero ayer, el presidente del PRI, César Camacho, prefirió mostrar más cautela y no proclamar ganador a su candidato. «Ya no digo que hayamos ganado. No digo que hayamos perdido. Cuando dije que habíamos ganado era porque los sondeos en las urnas coincidían con las encuestas publicadas la víspera del cierre de campaña», explicó Camacho a la emisora de radio MVS.

Por su parte, el PAN y el PRD mantienen la convicción de la victoria de su candidato. «Estoy por un lado muy preocupado por esto (la anulación del recuento preliminar)» afirmó el responsable electoral del PAN, Arturo García Portillo.

Baja California es un Estado emblemático para el PAN, partido del expresidente Felipe Calderón (2006-2012). Fue el primero en el que esta formación consiguió, en 1989, arrebatar la hegemonía histórica del PRI desde 1929.

Esta conquista de hace 24 años marcó el inicio de la progresión del partido que dirigió México de 2000 a 2012.

El PAN ganó las cuatro elecciones siguientes en Baja California, y conservar este Estado supone un reto para una derecha dividida después de su derrota en las presidenciales de 2012, que supusieron el regreso del PRI al poder con el actual presidente, Enrique Peña Nieto.

Impugnar

Por su parte, la izquierda mexicana advirtió de que no descarta impugnar en los tribunales los resultados de las elecciones locales del domingo en aquellos lugares donde los triunfos del PRI «tengan el contenido de ese PRI viejo autoritario».

«En el PRD no vamos a descartar la ruta jurídica que consiste en vigilar, garantizar, que se respeten los triunfos que obtuvimos como partido o coalición», aseguró el secretario general, Alejandro Sánchez Camacho.