gestión de residuos en gipuzkoa | ainhoa intxaurrandieta, presidenta del consorcio de residuos (GHK)
«Parar la incineradora es un paso que no tiene vuelta atrás»
No hace ni dos semanas que Intxaurrandieta asumió la presidencia de GHK en sustitución de Juan Karlos Alduntzin. La edil lezotarra toma las riendas en un momento clave, cuando el organismo que dirige acaba de anunciar la paralización de los contratos para la construcción de la polémica incineradora de Zubieta.
Imanol INTZIARTE |
Ainhoa Intxaurrandieta fue nombrada al inicio de esta legislatura presidenta de la mancomunidad de San Marcos, puesto que ocupó hasta que fue desbancada por Denis Itxaso (PSE). Ahora se sitúa al frente del Consorcio de Residuos, puesto desde el que ha anunciado la paralización de la incineradora de Zubieta.
El anuncio oficializa una situación que ya era de facto una realidad...
El viernes empecé la rueda de prensa diciendo que era un gran día para Gipuzkoa, y me ratifico. La realidad era que las obras estaban paradas, pero el contrato estaba vigente y con la constatacion de que el proyecto no cumplía con los requisitos ambientales, dejamos toda posibilidad de ejecucion de las obras en suspenso.
El argumento que ustedes han presentado es que el proyecto no cumplía las normas medioambientales especificadas por el Gobierno de Lakua. Se ha empleado una terminología que igual resulta complicada de entender para la ciudadanía. ¿Nos puede explicar de la manera más sencilla posible los motivos?
Hacen un anteproyecto y lo presentan en Lakua. Allí se le dan todos los permisos medioambientales, se le da forma. Pero luego cambian el proyecto. El anteproyecto no tenía ningún estudio geotécnico y cuando empezaron se dieron cuenta de que tenían que quitar demasiada tierra.
Primero iban a hacer la plataforma en un sentido, y luego en otro -gesticula con las manos-, pasando de 8 hectáreas a 5,7 o 5,8. Y entonces no les entraban todas las plataformas que tenían previstas. No les entraba la planta de maduración de escorias, así que deciden trasladarla a otra plataforma en Eskuzaitzeta, en la que no tienen ningún permiso, ni del PTS ni de la Norma Foral.
¿Qué es el PTS?
El Plan Territorial Sectorial. La Norma Foral dice qué infraestructuras hay que construir y el PTS dice dónde tienen que ir ubicadas. En el anteproyecto también dicen que es muy importante tratar las cenizas tóxicas que salen de quemar la basura y prevén dos silos para tratarlas, humedecerlas, empacarlas... Pero luego, como tampoco les entra, lo quitan del proyecto. No sabemos dónde iban a tratar las cenizas tóxicas, ni dónde las iban a verter.
Eso en lo referente a los edificios. Luego está el tema de la cota, elevada en tres metros...
Una de las cosas que las dice la Autorización Ambiental Integrada (AAI) es que toda la tierra que saquen de ahí la tienen que dejar en Zubieta. Es decir, que no la pueden verter por ejemplo en Hondarribia. Y entonces dicen `¿Qué hacemos con esa tierra? En vez de hacer la plataforma a 109 metros de altura, la hacemos a 112'.
La tierra que quitan del monte la ponen como base para construir encima los edificios...
Suben tres metros la altura, pero no hacen ningún estudio sobre qué repercusiones tiene eso.
Ustedes entienden que eso es un proyecto diferente y que no cuenta con los permisos necesarios, pero ¿es posible que una instancia superior les diga que no, que al fin y al cabo el proyecto es el mismo y que no pueden pararlo así como así?
El que solicita los permisos, en este caso nosotros, GHK, está capacitado para informar al otro, Lakua, de que existen cambios sustanciales. Nosotros hemos informado de que el proyecto que tiene la Autorización Ambiental Integrada no es el que se iba a ejecutar.
¿Se podía haber seguido adelante con el proyecto?
Si no hubiera habido cambios en Diputación y GHK me imagino que se hubiera empezado la obra y se irían subsanando las irregularidades según se iba construyendo la incineradora.
¿Y todo dependería de que un tercero denunciara?
Eso es. Pero al final yo creo que irían parcheando.
El PNV asegura que nunca se ha contemplado la construcción de una planta para tratar las cenizas tóxicas...
El que ha dicho eso seguramente no se ha leído el anteproyecto, porque pone bien claro que se hacen dos silos. Yo me lo he leído y hay dos silos donde se almacenan las cenizas, luego se humectan con agua, se empacan... explica todo muy bien.
Lo que luego no dice en ningún momento es dónde quieren verter esas cenizas, que son tóxicas. Esto me parece muy importante, porque la incineradora no supone que se elimina y se acabó, luego necesitan verter.
¿Y a partir de ahora qué?
Este es un primer paso para terminar con la incineradora, no tiene vuelta atrás. Ahora, a construir nuestras infraestructuras y poner a Gipuzkoa en un camino de residuo cero.
Son numerosos los frentes abiertos. Por un lado, el de las ingenierías con las que se paralizó el contrato -IBH y RESA- y el de las empresas a las que se había adjudicado la construcción de la incineradora, con FCC a la cabeza...
Con IBH y RESA hemos dejado en suspenso los contratos porque en su día detectamos irregularidades. Con la Unión Temporal de Empresas (UTE) adjudicataria de la construcción tenemos relaciones fluidas. Llevamos dos años tratando con ellos.
Hemos dado el paso de la incineradora por motivos medioambientales y de salud. Eso lo tenemos claro. Pero económicamente iba a ser también una catástrofe para Gipuzkoa, estaba sobredimensionada y no tenía ningún sentido. Estamos peleando duro para que sea lo menos lesivo posible.
Pero resulta evidente que algo habrá que pagar...
Sin ninguna duda, vamos a hacer todo lo posible para que la cantidad sea lo más cercana posible a cero.
Hablando de dinero, el viernes se publicó una auditoría que refleja que GHK tuvo en 2012 unas pérdidas de 46 millones de euros...
Esos 46 millones corresponden a los famosos swaps. Firmaron un producto financiero especulativo 100% y eso hay que contabilizarlo. Desde el momento en que se firmó ya se perdieron 5,7 millones de euros, que es una barbaridad. Lo hicieron para dejar atada la incineradora. Eso está en los tribunales, con una demanda contra La Caixa, Banesto y Price Waterhouse. Había un mes para la admisión a trámite y se admitió en una semana.
¿Consideran ese dato como significativo?
Yo creo que sí. Estamos viendo como en prensa últimamente se habla mucho de estos productos y otros similares.
¿Es correcto decir que el futuro económico de GHK depende de los tribunales?
No.
¿Y si dicen que los swaps y el resto de créditos están en orden?
No creemos que vayan a ir por ahí. Pero esta realidad, la de los 46 millones, habría sido exactamente igual si la incineradora se estuviera construyendo. Por tanto, no hemos llevado a GHK a ninguna ruina, estamos sufriendo la herencia que nos dejaron los anteriores gestores.
Ya, pero ahora son ustedes los que están gestionando y es de suponer que tendrán un plan A y un plan B.
Sí, sí. Pero esto no lleva a la ruina a GHK, sin duda.
De cara al futuro, tenemos la problemática de los vertederos que siguen abiertos.
Estamos trabajando para que se cierren los vertederos. Tenemos que poner todos de nuestra parte, desde las instituciones hasta el último ciudadano, para generar menos residuos. Y a los que generamos darles el tratamiento adecuado, no podemos seguir echando todo mezclado en una misma bolsa y tirarlo en un agujero en el monte. Eso es una barbaridad.
Había un plan, el de la incineradora. Se anula, pero el otro plan, sin incineradora, está todavía en mantillas. O al menos es lo que parece.
Esta semana hemos firmado el contrato para el movimiento de tierras de la planta de compostaje de Epele (Bergara). Se calcula un año como mucho de ejecución y podrá tratar 10.000 toneladas de orgánico.
Nuestro objetivo es que se traten todos los residuos aquí, pero mientras, preferimos llevar el orgánico a compostar a Nafarroa que no echarlo todo mezclado en una bolsa al vertedero de aquí al lado con los problemas medioambientales y de salud que esto acarrea.
Anteriormente se llevaban residuos al vertedero de Igorre (Bizkaia)...
Y no pasaba nada. Y parece tabú llevar a compostar a Nafarroa pero no hablan de las incineradoras que necesitan traer residuos de fuera. Cuanto más se recicla menos basura se genera, y la incineradora tiene que quemar aquella cantidad para la que está diseñada.
En las Juntas de Bizkaia alguno ya alzó la voz planteando que quizá haya que traer residuos de fuera para Zabalgarbi. La incineradora de Mallorca trae en barco residuos desde Italia y a Dinamarca se llevan desde Gran Bretaña.