El presidente de la región de París, Jean-Paul Huchon, afirmó ayer que no se puede descartar que se deba a un sabotaje el fallo de la pieza del cambio de agujas que se identificó como la causa del descarrilamiento de un tren el viernes en la estación de Bretigny sur Orge, a una treintena de kilómetros al sur de la capital francesa, que ocasionó seis muertos y una treintena de heridos.

La compañía ferroviaria SNCF había explicado que el convoy descarriló en un punto en el que hay un cambio de agujas y a una velocidad normal de 137 kilómetros por hora, y precisó que la fijación, una pieza metálica de una decena de kilos, se soltó e «impidió el paso normal de las ruedas, provocando el descarrilamiento».

El director de infraestructuras de la empresa, Pierre Isar, reconoció que no se sabe por qué solo se produjo el descarrilamiento a partir del cuarto vagón ni por qué otro tren que había circulado media hora antes del siniestro por ese mismo cambio de agujas no tuvo ningún incidente.

Las investigaciones tratan de determinar las razones por las que esa eclisa (la fijación del cambio de agujas) se soltó.

Sin embargo, Huchon señaló a «France Info» que es «raro» que la eclisa saltara y que, por lo tanto, «nadie puede excluir» que se trate de un sabotaje. «Esta pieza estaba sujeta por cuatro tornillos. Parece raro que los cuatro saltaran al mismo tiempo, cuando otro tren había pasado media hora antes sin dificultades», sostuvo Huchon, quien insistió en que se barajan «todas las hipótesis.

También subrayó que «las catástrofes ferroviarias en Francia son muy raras porque el servicio público es extremadamente cuidadoso. Ha habido problemas en otros países como el Reino Unido, donde la privatización se hizo con cierto desorden»