El lehendakari, Iñigo Urkullu, remarcó ayer las bondades de la marca «Basque Country», uno de los pilares sobre los que el Ejecutivo jeltzale asienta su política de Acción Exterior. Tal como señaló el dirigente autonómico, esta estrategia, que tiene por objeto defender los intereses de la CAV en el exterior, cuenta con cuatro ejes de actuación: el área económica e industrial, con la SPRI como referente; el ámbito cultural, centrado en el euskara y apoyado sobre el Instituto Etxepare; la promoción del turismo mediante Basquetour; y las delegaciones institucionales del propio Gobierno de Gasteiz. Oficinas diferenciadas de las embajadas estatales para «internacionalizar Euskadi».

Urkullu, que ayer recibió al cuerpo consular en Lehendakaritza, destacó que el objetivo de su Gabinete pasa por conseguir que la CAV se perciba «como un referente de excelencia» en el mundo. «Como un modelo de calidad y de cohesión social. Como un territorio innovador y competitivo», añadió antes de recordar que su Gobierno quiere «que valores como la cultura del esfuerzo, el compromiso, la capacidad de superación, la confianza o la equidad se asocien con la imagen de Euskadi. Este es un objetivo sustentado en valores compartidos que permiten diferenciar y distinguir la oferta vasca».

A este respecto, el lehendakari echó mano del último informe de Standard and Poor's para marcar distancias con el Estado español. Según detalló, «Euskadi está dos escalones por encima del Reino de España porque cuenta con una sólida gestión financiera y una fuerte cultura del crédito, tiene un alto grado de autonomía fiscal y cuenta con una industria competitiva y orientada a las exportaciones».