Dora Salazar pone piel a su análisis de los roles de la mujer
GARA | DONOSTIA
La artista altsasuarra Dora Salazar presentó ayer su en la Sala Ganbara del centro Koldo Mitxelena su nueva exposición llamada «Entrelazar», compuesta por esculturas y cuadros que tienen como objetivo cuestionar los roles de las mujeres, a las que quiere dar visibilidad. La muestra podrá visitarse hasta el 24 de setiembre.
El objetivo de Salazar es representar la forma en que se viste la mujer en función a la apariencia que quiere dar a los demás, y para ello se ha valido de capas de metal. Estas «pieles» de acero y cobre moldeadas forman las figuras de siete mujeres de escala humana que forman la serie «Princesas».
Estas obras transmiten la idea de que el cuerpo humano es «mutable» y cambia con el tiempo. Esa idea de mutabilidad la ha plasmado de forma que, aunque todas las figuras tienen un mismo tipo de máscara, ningún torso es igual, lo que da a entender que el cuerpo es una «construcción cultural». Para realizar estas obras Salazar se ha inspirado en historias como «Frankenstein» (Mary Shelley) o «1984» (George Orwell).
Las figuras fantasmagóricas de tamaño natural y realizadas con cuerda, cuero, acero e hilo de cobre, cuelgan del techo de la sala de forma que da la sensación de que estén desfilando. Son una creación de 2011 y aparecieron en el libro «Cuentos para adultos». Junto a ellas la artista ha colgado una selección de «dibujos-trampa» que nos muestran ideas contrapuestas. Según explicó la propia artista para poner un ejemplo, en uno de los cuadros puede verse una trenza que «te aprisiona o te arropa», o un miriñaque (un armador rígido que sirve para dar forma a la falda) que puede ser un «podium» pero a la vez una jaula. A su vez, la muestra de completa con varias piezas de una serie comenzada en 1995, «Intimidad Preservada», que reproduce corsés.
Muestra complementaria
Ya que la sala donde se expone «Entrelazar» no es lo suficientemente grande como para albergar toda la obra de Salazar, allí mismo puede adquirirse un catálogo donde se reúnen más de 70 obras, que actualmente se encuentras en colecciones pribadas o públicas. Sin embargo, quien quiera vez más obras de la navarra, podrá hacerlo a partir del viernes que viene en la galería Arteko de Donostia, puesto que aprovechando la muestra del Koldo Mitxelena, dispondrá de una serie de trabajos relacionados en los que se perciben tres etapas diferenciadas pero unidas entre sí por una misma búsqueda: la identidad y las pieles del ser humano para camuflar los roles.