El ministro británico de Exteriores, William Hague, anunció ayer el envío a los rebeldes sirios de 5.000 máscaras antigás para que puedan protegerse de las armas químicas. En una declaración escrita remitida a la Cámara de los Comunes, Hague dijo que las máscaras ofrecen una protección contra el gas sarin durante veinte minutos, tiempo que les permitirá a los rebeldes abandonar el área atacada para buscar refugio. Asimismo, Gran Bretaña les facilitará unos fármacos que actúan como tratamiento previo ante un ataque con gas. La ayuda será ofrecida al Consejo Militar Supremo y la Coalición Nacional Siria.