Alberto Contador metió el miedo en el cuerpo ayer a Chris Froome al atacarle en la bajada del col de Manse, donde los riesgos que asumió llevaron al madrileño al suelo y a Froome, que iba detrás de él, a salirse de la carretera, pero sin llegar a caerse. Sin embargo, el miedo fue tal que casi todas las declaraciones del líder tras la etapa fueron para criticar los riesgos asumidos por el madrileño, recordó la caída de Joseba Beloki en esa misma bajada que le dejó fuera de carrera y mostró su deseo de que Saxo Bank no ataque en la peligrosa bajada de Alpe d'Huez de mañana, en la que recordaba que la carretera está en mal estado y no hay protecciones.

Contador y Kreuziger no se conforman con acompañar en el podio final a Froome y saben que la única manera de ganar el Tour es en las bajadas, porque atacaron ayer en el col de Manse y Porte se bastó para responder a sus tentativas y en la crono hoy volverán a perder tiempo.

Por eso la única baza que les queda es atacar en las bajadas, como lo hicieron ayer en un col de Manse en el que Katusha y Saxo Bank endurecieron la subida y provocaron que Ten Dam y Fuglsang llegaran a meta a un minuto del resto de los ocho primeros clasificados, con lo que Quintana y Joaquim Rodríguez avanzaron una posición. También la perdió Nieve en beneficio de David Navarro, el mejor colocado de la fuga, mientras que Igor Antón sufrió un pinchazo antes de la última subida y la hizo en el gruppeto.

En esa subida a Manse Rui Costa demostró ser el más fuerte de la escapada del día y logró su segunda victoria de etapa en el Tour tras la lograda en 2011 en Superbesse y la primera del Movistar en esta edición. Mikel Astarloza, el único vasco que entró en la fuga de veintiséis corredores, acabó séptimo.

El portugués, como Nicolas Roche, trabajó poco en la escapada porque Ag2r, tercero en la general por equipos, tenía dos corredores, y RadioShack, quinto, colocó a tres que le dieron el liderato en la clasificación en detrimento del Saxo Bank, que queda a tres minutos.

Cuando Rui Costa atacó en la última subida demostró no solo que era el más fuerte de la escapada, también es uno de los mejores de la carrera. Tras ganar la Vuelta a Suiza estaba en el Top'10 de la general hasta que Unzue le mandó parar para ayudar a Valverde y aquellos diez minutos le llevaron a cambiar de objetivos y buscar una victoria en la etapa que mejor se adaptaba a sus características.

26 corredores

Rui Costa formó parte de una escapada de 26 corredores que recibió el permiso del pelotón porque estaban representados todos los equipos menos Astana, Cannondale, Belkin y Sky. No lo tuvo una anterior de 32 en la que entraron corredores importantes como Dani Martin y Valverde. También Rui Costa. Se quedaron el irlandés y el murciano y el Sky se limitó a marcar un ritmo para que la distancia no creciera demasiado.

RadioShack colocó a Klöden, Didier y Gallopin; Europcar a Voeckler y Gautier; Cofidis a Coppel y Navarro; Orica a Cameron Meyer y Albasini; BMC a Gilbert y Quinziato; Vacansoleil a Hoogerland y De Gendt y Ag2r a Kadri y Riblon. Además entraron Astarloza (Euskaltel), Navardauskas (Garmin), Peter Velits (Omega), Rui Costa (Movistar), Trofimov (Katusha), Hansen (Lotto), Marino (Sojasun), Roche (Saxo), Dumoulin (Argos), Mori (Lampre) y Jeanneson (FDJ)

Marino y Kadri fueron los primeros en atacar a 35 kilómetros de meta, pero la victoria se decidió en la subida de Manse, en la que tras un intento de Hansen, saltaron por detrás Coppel y Rui Costa, que dejó al corredor del Cofidis y no tuvo que arriesgar en la bajada porque coronó con 40 segundos a Klöden, Jeanneson, Coppel y Riblon, que se disputaron la segunda plaza.