La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de facilitar la solicitud de préstamos a los bancos fue el catalizador del salto del Ibex. Y es que, tras muchos meses, e incluso años, de pedirle una mayor implicación para superar la crisis, el banco europeo ha decidido rebajar las exigencias de calificación crediticia a los bonos de titulización de deuda utilizados como garantía. De este modo, pretende que las entidades bancarias abran el grifo del crédito a las pequeñas y medianas empresas para fomentar la actividad. El empujón del BCE, junto al éxito en la subasta del Tesoro, que rompía a la baja la racha ascendente de los tipos de interés, y el clima sereno impuesto por Ben Bernanke al vincular de forma estricta la retirada de los estímulos con la marcha de la economía, sirvió para acercar al Ibex a los 8.000 puntos. En concreto, sumó un 1,85%, hasta los 7.957,30 puntos, cerca de su mayor nivel de la jornada. El resto de Europa también acababa al alza, aunque con menores ganancias. Así, París avanzó un 1,44%, Fráncfort, un 1%, y Londres, un 0,95%. En el Ibex, los bancos medianos celebraron a lo grande la posibilidad de acceder al dinero del BCE con títulos de menor calidad. Se destacaron los saltos de Bankinter (+8,50%) y Popular (+5,58%). Por detrás, Sabadell y Caixabank ganaban más de un 3%, mientras que BBVA subió un 2,86%, y Santander, un 1,84%. Solo Acciona, Abertis y Red Eléctrica cedieron terreno. En París, también brillaron los bancos. Los mejores fueron Crédit Agricole (+5,29%) y Société Générale (+4,28%). Por su parte, Pernod Ricard (-1,64%) encabezó la lista de los cinco perdedores.