Nelson Mandela cumplió ayer en el hospital su 95 cumpleaños mientras sus allegados, menos ansiosos ya, lanzaban mensajes de una mejoría notable en su estado de salud. Millones de escolares le cantaron sincronizadamente el «Happy Birthday», miles y miles de voluntarios dedicaron la jornada a renovar escuelas y orfanatos, a limpiar hospitales, a distribuir ayuda entre los más necesitados. Fue el destinatario del primer nuevo carnet de identificación inteligente puesto en marcha anteayer en Sudáfrica... en multitud de lugares del mundo se conmemoró una fecha que incluso la ONU ha declarado como Día Internacional Nelson Mandela. No en vano, se trata de un icono, seguramente del icono entre todos los iconos internacionales, que traspasa fronteras porque combina un trasfondo extraordinario de coraje, liderazgo y fortaleza.

Su tenacidad, entrega y firmeza en la lucha contra la discriminación racial y en defensa de la igualdad humana, su determinación para soportar la represión y la cárcel hasta resquebrajar los cimientos de un sistema -el apartheid- constituye en todos los rincones del mundo un ejemplo de cómo las luchas aparentemente imposibles pueden ganarse, de cómo enemigos que parecen invencibles pueden derrotarse cuando hay honestidad, firmeza y absoluta claridad de objetivos. Zorionak Madiba!