Los 53 trabajadores de la planta de Incoesa de Bedia aseguraron ayer que velarán «día y noche» a las puertas de esta empresa para impedir el paso de camiones encargados de trasladar la producción de esta fábrica a Soria y Extremadura.

En rueda de prensa, los empleados de esta firma fabricante de transformadores eléctricos, que desde el pasado 27 de mayo permanecen en huelga indefinida, reclamaron a las instituciones vascas que impidan este traslado, que consideran el paso previo a la «deslocalización» de esta fábrica.

De igual forma, pidieron a la dirección que inicie una «negociación real» con la plantilla de esta empresa, que en la actualidad se encuentra en situación concursal, y que hasta la fecha ha mantenido una voluntad «nula» de llegar a acuerdos, según denunciaron.

Los empleados hicieron también un llamamiento público a la sociedad vasca y, en especial, a la ciudadanía del valle de Arratia, para que les defienda en sus movilizaciones en defensa de su puestos de trabajo.