Procesados en los dos macrojuicios que comenzarán en otoño en la Audiencia Nacional española -el 14 de octubre empezará la vista del sumario contra 40 jóvenes independentistas, y el 17, la de otras 40 personas de la dirección de HB, EH y Batasuna- presentaron ayer el manifiesto «Libre. No a los juicios», así como la dinámica que se desarrollará con el mismo eslogan y diversas actividades.

Mikel Eskiroz y Olatz Izagirre, en representación de Segi, y Jon Gorrotxategi y Joseba Álvarez, de Batasuna, comparecieron en la sala de prensa de Sortu en Donostia para enmarcar estos sumarios en su contexto y dar los detalles de la iniciativa «Libre». Izagirre explicó que encausados en diferentes sumarios la han creado partiendo de las aportaciones que presentaron un grupo de profesionales el pasado 8 de julio. «Queremos que se sumen al proyecto diversos agentes para dar un no rotundo a estos juicios. Nuestra intención es poner en marcha la dinámica en los pueblos», aclaró. Como primera cita, recordó la manifestación convocada para el 26 de octubre en Bilbo.

El manifiesto, que ya se puede firmar en la web de la dinámica (libre.epaiketarikez.org), se sustenta en los cinco puntos propuestos por el grupo de profesionales, que son los siguientes: «Que ya no se celebren más juicios políticos; que se sobresean todos los juicios basados en flagrantes, arbitrarias y escandalosas instrucciones judiciales; que desaparezca de los procesos judiciales la aplicación del derecho penal del enemigo; que se ejerza el respeto incondicional al pluralismo político y a los derechos fundamentales de asociación, libertad ideológica y de expresión; y que sentemos bases sólidas de convivencia democrática».

Intento de bloquear la solución

Según el texto que leyó Izagirre en euskara y castellano (se puede traducir a otros idiomas en la página web), en los juicios desarrollados en los últimos años se aprecia «un claro intento de eliminación de la pluralidad política, habiéndose consumado una clara vulneración de la libertad para el desarrollo de labores políticas y del derecho a la defensa de todo tipo de ideas».

Los que suscriben el manifiesto enmarcan los dos juicios previstos para octubre, así como otros pendientes de celebración, como «un ataque a la voluntad que Euskal Herria ha expresado para abrirse al nuevo tiempo, en un claro intento de bloquear la solución pacífica».

El coordinador de Sortu en Donostia, Joseba Álvarez, describió el contexto en el se van a desarrollar estas vistas. Para empezar, recordó que la base del conflicto que se ha vivido históricamente y que se vive en Euskal Herria es la negación de los derechos civiles y políticos de este pueblo. «Es el mismo fundamento de los dos sumarios contra ciudadanos y asociaciones vascas». Destacó que la situación se ha agravado, ya que «los poderes del Estado español han utilizado la crisis para garantizar que las principales fuerzas políticas y económicas actúen juntas ante la involución que se va a dar a nivel político, económico y territorial». Es ahí donde sitúan los impulsores de la dinámica «Libre» la actitud «cerrada y antidemocrática» mostrada ante la solución del conflicto vasco.

«Todas esas medidas van en contra de Euskal Herria, porque son contrarias a nuestros derechos humanos a todos los niveles», aseveró Álvarez.

La disidencia, bajo llave

Los procesados explicaron que hay que examinar estos macrojuicios, los que se han llevado a cabo y los que vendrán -hicieron especial mención a la sentencia que se conoció el martes para cinco jóvenes navarros- en el mismo contexto: en el afán por parte de los estados español y francés de «criminalizar, de poner bajo llave la disidencia política», manteniendo políticas de otros tiempos que deberían estar superadas. «Decían que en un escenario sin armas podríamos defender libremente todas las ideas, pero mira dónde nos encontramos...».

En opinión de los que suscriben el documento, los errores de y la crueldad de los juicios tienen un único objetivo: «Eliminar el derecho a decidir que tiene Euskal Herria y el trabajo político que se hace a su favor». En definitiva, consideran que es el independentismo el que está en el punto de mira.

Pero se felicitaron porque, ante esta situación, la sociedad vasca está reaccionando «de manera contraria», mostrando que está dispuesta a superar estas actitudes antidemocráticas mediante la confrontación política y, cuando es necesario, adquiriendo nuevos compromisos en la desobediencia: organizando muros populares, enfrentándose a ataques policiales de forma no violenta o abriendo las puertas de casa. Y creen que ese es el camino para defender los derechos civiles y políticos.