Texto: Pablo CABEZA  
Fotografías: Carl COURT I AFP PHOTO

La vida y las circunstancias han propiciado que numerosas formaciones nacidas en los sesenta vuelvan a unirse, nombres que casi nadie imagina puedan estar en activo: The Zombies (1961) o incluso The Tremeloes (1958). Sin embargo, muy poquitos conjuntos pueden alardear de estar en activo sin periodos de ruptura. Status Quo nace como los Stones, en 1962, y nunca han dejado de trabajar. Grateful Dead, ahora en Estados Unidos, se forma en el 65 y aún mantiene una carrera sin interrupciones. En cualquier caso, y al margen de otros nombres de extraordinaria longevidad, nada se asemeja a los Stones ni a Mick Jagger, entre otras cosas porque, si acaso, solo se mantiene un miembro original (Francis Rossi / Staus Quo) o nadie alcanza la vitalidad de Jagger.

Michael Philip Jagger, Sir, nace un 26 de julio de 1943. Es hijo de un profesor de educación física, Basil Joseph Jagger, al que se le atribuye la introducción del baloncesto en la isla, y de Eva Scutt, ama de casa. Estudia primaria y secundaría, pero a pesar de las buenas notas y de entrar becado en la London School of Economics, Michael cierra los libros, transforma su nombre a Mick, reactiva su armónica, influida por el ritmo y blues que llega de Estados Unidos, y se integra como vocalista en Little Boy Blue and the Blue Boys, una banda juvenil de las muchas que rondan los clubes de Londres y ciudades importantes. En realidad, Jaggar lleva sobre los escenarios desde 1960 y desde el 62 al frente de The Rolling Stones junto a Keith Richards y Watts.

A Jagger nadie le puede negar su carisma, su notable garganta, un estilo vocal único y una forma de moverse singular. Características que han ido modelando su perfíl como artista, además de su habilidad (ya pasada) para componer junto a Richards. Como la mayoría de los grande solistas, Jagger también creyó que podría ser lo mismo o más que los Rolling Stones con su propia carrera en solitario y en paralelo a los Stones, pero discos como «She's the boss» (1985), «Primitive cool» (1987), « Wandering spirit» (1993), «Goddess in the doorway» (2001) o «The very best of Mick Jagger» (2007), uno de los primeros discos de éxitos que carece de ellos, dan muestra de una carrera que salvo por tres o cuatro canciones, ni una más, no valen un euro. Paradójico es, o quizá no tanto, que un mechón de su cabello valga 4.600 euros, precio pagado el 7 de julio en la casa de apuestas Bonhams, donde fue subastado. Este mechón se lo corta al cantante hace casi 50 años una exnovia, Chrissie Simpson (hermana de la súper modelo de los 60 Jean Shrimpton). Chrissie lleva el mecho a casa, pero no le da más valor que el emocional del momento; sin embargo, su abuela opta por guardarlo. Tras la muerte de esta, el monto de pelo fue encontrado en un bolsita de plástico con la siguiente nota: «El pelo de Mick tras ser lavado y recortado por Chris en Rose Hill Farm», así al menos lo contaba el prestigioso periódico The Guardian. Lo que no se sabe es dónde se corta el pelo Jagger y si se queda con los restos. Ni imaginarse lo que podría valer un colchón rellenado con pelos de Jagger.

Mick queda de esta forma por encima de Keith Richards, quien un comprador valoró un mechón de él en tan solo 1.000 euros. En cualquier caso, ambos lejos de los 12.000 que se pagaron por unos pelitos de Elvis Presley. En un mundo de especulación y caricaturas cabe preguntase el valor que podría tener un mechón de ahí, justo de ahí y con su adn que lo certifique.

En estos setenta años, Jagger también ha querido ser estrella de cine. Su primera aparición como protagonista fue en «Perfomance» (1968). Dos años más tarde actúa en «Ned Kelly». En 1992 lo intenta con «Freejack». En 2001 es el jefe de una agencia de gigolós en «The man from Elyssian fields» junto a Andy Garcia, que contagiado por Jagger ofrece una pésima interpretación. Con todo, en 1992 el buen mozo crea su propia compañía cinematográfica: Jagged Films. El primer proyecto fue el drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial «Enigma». En 2008, coproduce y es guionista de una película protagonizada por The Rolling Stones y dirigida por Martin Scorsese, «Shine a light».

Sus amores y otras camas

Su primera esposa es la nicaragüense Bianca Pérez Morena de Macías, con la que se casa el 12 de mayo de 1971 en Saint-Tropez (Estado francés). El 21 de octubre de ese mismo año nace su segunda hija Jade Sheena Jezebel Jagger (la primera es Karis Hunt Jagger, hija de la actriz Marsha Hunt). Nueve años más tarde la pareja se divorcia. Bianca llega a decir sobre esta relación «que finalizó el día de su boda». Un año antes de divorciarse inicia una relación con la que sería su segunda mujer, la esbelta y elegante (Bianca también lo era) modelo Jerry Hall. Tras años de noviazgo, se casan el 21 de noviembre de 1990 en Bali (Indonesia) por el rito hindú. De esta relación nacen Elizabeth Scarlett (1984), James Leroy Augustin (1985), Georgia May Ayeesha (1992) y Gabriel Luke Beauregard (1997). Durante el tiempo que están juntos, Hall tiene que soportar varias infidelidades. Una de ellas fue con Carla Bruni, con la que Jagger marcha a Thailandia, hecho que deriva en la finalización de su segundo y último matrimonio y por el que el cantante tiene que pagar 45 millones de dólares. En 1999 a Jagger se le contabiliza un hijo más, Lucas Maurice Morad Jagger, esta vez de la modelo brasileña Luciana Gimenez, el stone acepta los hechos después de una prueba de ADN impuesta por la justicia.

Regreso a Hyde Park

El 8 de junio de 1969 Jagger, Richards y Watts se reúnen en la casa de campo de su guitarrista Brian Jones. Este admite que no puede seguir el ritmo de actuaciones de los Stones como consecuencia de su adicción (más fuerte que la del resto) a las drogas. Jones es indemnizado y expulsado de la banda. Entra Mick Taylor y con él ofrecen el 5 de julio de 1969 un multitudinario concierto en Hyde Park justo dos días después de la muerte de Jones por ahogamiento en su piscina. Jagger, vestido de blanco y recitando un poema de Percy Bysshe Shelley, suelta al escenario miles de mariposas en honor a Brian Jones y ante cerca de 250.000 seguidores.

El 6 de julio de este año los Stones regresan a Hyde Park. Las entradas se venden en horas. Una segunda fecha se ajusta para el 13, con igual lleno. De estas dos noches (de la segunda son las imágenes que ilustran estas páginas) nace «Hyde Park live». Un disco solo disponible mediante iTunes y por un periodo limitado, hasta el 19 de agosto. Las diecinueve canciones se pusieron a la venta el lunes 22 y en tan solo un día alcanzan el número uno en ventas.

No extraña, el disco recoge clásicos de la banda a buen ritmo, ni una sola balada, salvo «Ruby tuesday». Pero a pesar de la fuerza de «Gimme shelter», «Midnight rumbler», "Start me up", "It's only rock 'n' roll", "Brown sugar», "Jumpin' Jack Flash", «Honky tonk women», «Street fighting man», "Sympathy for the devil" o los ocho intensos minutos de «(I can't get no) Satisfaction» cerrando el show, la realidad es que no aporta nada a otros directos (salvo que este sea el último disco del grupo) más salvajes y emocioanales. No obstante, es un trabajo digno. cañero, con buenos invitados, entre ellos Mick Taylor, presente en el anterior directo en Hyde Park. Jagger baja octavas y pierde por comparación con los originales y otros directos, pero se muestra líder, increíble para sus 70 tacos, y comunicativo.