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Adolfo Araiz, Miren Aranoa, Aritz Romeo Miembros de EH Bildu en Nafarroa

Pongámonos de acuerdo

No cerramos las puertas a nadie. Un único matiz: no es necesario que esperemos a otros sectores, es más, nuestros acuerdos pueden resquebrajar el inmovilismo del que han hecho gala

Frase concisa, lapidaria, acertada a nuestro entender: «Que se pongan de acuerdo, solucionen los problemas y se dejen de tonterías». Suponemos que el lector habrá tenido la posibilidad de escuchar (si no expresar) algo similar en el trabajo, en el círculo de amistades o comprando el pan.

Ese es el punto de partida sobre el que EH Bildu pretende construir un acuerdo amplio, plural e integrador. Un acuerdo que sea el campo base sobre el que comenzar la ascensión del cambio de modelo económico, social e institucional (incluido el cambio de Gobierno).

Más allá de la retórica que en política suele utilizarse, nuestro planteamiento no se aleja de la máxima inicial. Quiénes son los sectores que han permanecido activos en el reclamo de cambio de modelo. Quiénes han mostrado su hartazgo por el devenir de las cosas en Navarra. Quiénes no han permanecido impasibles ante la privatización de los servicios públicos, ante las reformas laborales estatales y seguidismos autóctonos, frente a los casos de corrupción que asoman constantemente. Con ellas y ellos es con los que entendemos puede y debe trabajarse un acuerdo.

Esta no es una oferta extemporánea, alejada de la realidad o partidista. Por primera vez en más de tres décadas los partidos políticos y poderes fácticos que han sustentado el cortijo de la «Navarra foral y española» pueden no ser necesarios para alcanzar mayorías. Por primera vez los sectores progresistas, de izquierda, abertzales, republicanos tenemos la oportunidad de generar una alianza determinante a favor del cambio.

Somos conscientes de nuestras diferencias. Sabemos que no es fácil alcanzar consensos válidos para las diferentes opciones ideológicas que representamos. Pero no existe obstáculo que la voluntad de encuentro y el trabajo no puedan solventar. El 26 de junio hicimos pública una oferta de acuerdo a todos aquellos sectores políticos, sindicales y sociales que ambicionan un cambio de modelo social, económico e institucional en Navarra. Varias semanas después mantenemos nuestro compromiso de fortalecer un debate de contenidos que lo sustancie.

Nuestro punto de partida es abierto y constructivo. Es obvio que entendemos preferencial un acuerdo con Geroa Bai e I-E en el terreno político, ya que nuestra actividad conjunta en términos de oposición parlamentaria denota cercanía en multitud de materias. Pero no cerramos las puertas a nadie. Un único matiz: no es necesario que esperemos a otros sectores, es más, nuestros acuerdos pueden resquebrajar el inmovilismo del que han hecho gala.

Basta con que el acuerdo cumpla unos requisitos de partida. Que sea amplio y abarque una mayoría social, sindical y política de Navarra en sus contenidos. Incluyente, que puedan firmarlo todas las organizaciones que apuesten por un cambio real. Constructivo, ya que no se hace contra nadie sino a favor del cambio y de la ciudadanía navarra. Sólido, con propuestas claras. Duradero, que sirva para asentar las bases de la Navarra del futuro.

De igual modo consideramos que un acuerdo de estas características no puede estar sujeto exclusivamente al diálogo entre agentes políticos. Entendemos conveniente y necesario hacer participes del debate a todos los sectores que permanecen activos en el campo social y sindical fortaleciendo una alternativa para Navarra. Eso es para nosotras y nosotros un acuerdo entre diferentes.

Evidentemente y una vez definido el campo de actuación, entre todas y todos deberemos establecer los contenidos básicos del acuerdo. No es lógico ni adecuado permanecer a la espera de lo que pueda pasar con la derecha sine die. La pelota está en nuestro tejado. Establezcamos las coordenadas de actuación preferenciales que impulsaremos de manera conjunta. Prioricemos aquellos temas en los que tenemos mayor sintonía en un primer momento para ir abordando con posterioridad todas y cada una de las materias imprescindibles en un plan de choque.

En el Estado español ciertas élites económicas y políticas hablan de un Gobierno de concentración nacional cuando se refieren al intento de pactar una salida conjunta y honrosa para ellos mismos (esos mismos que arreglan en el Tribunal Supremo casos de corrupción tan sangrantes como los que involucran a Yolanda Barcina y a Jaume Matas, o nombran presidente del Tribunal Constitucional a un afiliado del PP). Parafraseando este término nosotras y nosotros hablamos de un acuerdo de concentración para Navarra. Pero no entre las élites, no entre aquellos que pretenden la pervivencia del modelo actual, sino entre el conjunto de la Navarra alternativa.

Pongámonos de acuerdo en las bases de la Navarra del futuro. Las necesidades de la ciudadanía apremian.

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