Hace una semana el gerente del Foro Marítimo Vasco, Javier López de Lacalle, afirmó a GARA que en dos años y medio de paralización de la actividad por el expediente de Bruselas se habían perdido 18 nuevos contratos de construcción de buques por parte de los astilleros vascos. Demandó, a su vez, la necesidad de que el Gobierno de Madrid debería de activar el nuevo sistema de arrendamiento financiero para obtener nuevos contratos y, a la vez, reconoció que el Ejecutivo español se vería en la necesidad de recurrir la decisión de la Comisión Europea.

Tras la reunión ayer con los responsables de los astilleros vascos, del Foro Marítimo Vasco y de los representantes de los trabajadores, la consejera del Gobierno de Gasteiz de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, aseguró que ya se han contratado dos buques por esa vía del arrendamiento financiero y restó importancia a la sanción de Bruselas a la industria naval. Achicó la responsabilidad del Gobierno de Gasteiz y trasladó la misma al Gobierno español.

A su juicio, la recuperación de las ayudas corresponde al Estado español, «que es quien ha sido sancionado», y que «será el que haga los cálculos de la cifra a devolver». Dijo desconocer esa cantidad, «si asciende a 1.000, 400 o 200 millones», aunque desde el Foro Marítimo Vasco se aseguró a GARA que desde 2007, que es el periodo en que corre la sanción, se produjeron las ayudas a casi 200 de 247 barcos que se beneficiaron del extinguido tax lease.

La consejera aseguró que Madrid se verá en la necesidad de recurrir la sanción, porque algunos países de la Unión Europea «creen que la resolución no es la adecuada, porque se ha rebajado mucho».

Tapia anunció la creación de un grupo de trabajo en manos del Foro Marítimo Vasco que se reunirá a partir de setiembre que buscará analizar el nuevo sistema financiero puesto en marcha, trabajar la línea de financiación y nuevos inversores, la búsqueda de nuevos mercados y el desarrollo de líneas de I+D. «Este sistema tiene futuro, pero tenemos que asentarlo», añadió.

El problema de futuro es conseguir inversores, según reconoció Tapia, y contratos de buques. La consejera no desveló el camino, que lo dejó para setiembre para que sea analizado por el sector de la industria naval.