Las fuerzas militares leales al presidente sirio, Bashar al-Assad, obtuvieron ayer un nuevo éxito al tomar el control de la totalidad del barrio de Jalidiya, acceso estratégico situado en el norte de Homs, la tercera ciudad más importante del país, después de un mes de ofensiva y tras casi dos años en poder de la rebelión armada, según informó la agencia estatal, SANA.

El Ejército ha «restablecido la seguridad y la estabilidad en la totalidad del barrio de Jalidiya», informaron los medios estatales. Ya el domingo activistas de la zona habían informado de que las fuerzas de Al-Assad controlaban ya la mayor parte del barrio de Jalidiya.

Este anuncio se produce apenas un mes después de que el Ejército regular lanzara una ofensiva militar para expulsar a los rebeldes armados de Homs.

Esta es la segunda victoria militar para el régimen sirio en menos de dos meses, tras la toma del control de Qusseir el pasado 5 de junio, después de un año en poder de los rebeldes. Y la más importante en Homs desde que en marzo de 2012 expulsara del barrio de Baba Amr, otro símbolo de la rebelión que cayó después de una ofensiva que dejó cientos de muertos.

Con la toma del bastión rebelde de Jalidiya, el régimen sirio sigue despejando el Viejo Homs antes de la caída total de la ciudad, bautizada como la «capital de la revolución» por los rebeldes, que aseguraría el camino de Damasco hacia la costa cruzando Homs.

Como Qusseir, Jalidiya fue sometida a intensos bombardeos de artillería diarios por parte de poderosa fuerza aérea del régimen, que contó también con el apoyo de Hizbullah.

La guerra civil en Siria ha costado ya entre 60.000 y 80.000 millones de dólares, un tercio del PIB anterior a la guerra, advirtió ayer la comisión independiente de investigación establecida por la ONU para estudiar las violaciones de derechos humanos.

El presidente de la comisión, el jurista brasileño Paulo Sergio Pinheiro denunció ante la Asamblea General que «Siria está en caída libre», lamentó que las partes sigan creyendo posible una victoria militar e hizo un llamamiento a la comunidad internacional para actuar «ya» y de forma «decisiva» para frenar la «carnicería».

Ayer Rusia condenó la matanza de decenas de soldados sirios por parte de los rebeldes armados que hace una semana se hicieron con el control de la localidad de Jan al-Assal, en la provincia de Alepo. La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución Sirias (CNFORS) y el Consejo Militar Sirio condenaron «en los términos más firmes posibles» esas ejecuciones.