Raimundo Fitero
Agónicos
Los estrenos, nuevas temporadas o reposiciones de series en plena canícula, es un mal síntoma. Una declaración de intenciones del programador. Es una manera de decirnos que no confía demasiado en ellas: si le sale cara, estupendo, quizás la reponga en temporada alta; si le sale cruz: se confirma su duda y la fulmina de su paquete de reservas.
La reposición fue esa serie de TVE llamada «Isabel», que sirve para que algunos se crean que están viendo una lección de Historia, cuando lo que presencian es una serie de ideologización y catequesis. Tuvo su momento programático, pero en verano acalora. Una reposición nunca aporta nada, es una confirmación de adhesión o de rechazo. Su resultado de audiencia fue de ignorancia.
La nueva temporada fue en Tele 5, y de «Frágiles», que hay que decir que en el primer capítulo era muy refrescante, es decir, estaban casi todo el rato en la piscina, pero a la vez muy tórrida, porque estaban casi todo el rato en preámbulos amorosos o en el ejercicio de su libertad para darse placer. De tal manera que las tramas se vuelve enrevesadas secuencias de amoríos y desencuentros, en donde la práctica fisioterapeuta del protagonista es subsidiaria, aunque probablemente cientos de jóvenes se encarrilaran por esa profesión ya que no hace otra cosa que ligar. Da unos masajes, tres consejos y se rinden a sus encantos. Claro que muchas de las pacientes vienen más rotas por dentro que por su musculatura. Es una serie de clases medias. Las casas donde viven, sus vestuarios, costumbres y profesiones así lo indica.
El estreno fue en Cuatro, «La bella y la bestia», una serie, creo entender policiaca, Un reparto que parece una exhibición de mujeres policías elegidas por su físico, una primera entrega con un caso de transformación en bestia de un joven, bastante insulsa, sin aportar mucho al género. Quizás fue el calor, los espasmos, la incredulidad que provocan ciertas interpretaciones y unos doblajes malos, con voces mecánicas, lo que nos invitaron a irnos con el mando a otras ofertas. Estas tres opciones compitieron en la misma franja y consiguieron resultados agónicos, aunque no importantes dadas las circunstancias generales.