La polémica que ha envuelto a la designación de Itziar Nogeras, ex gerente de Elhuyar, como nueva directora general de D2016 es un asunto con muchas aristas. La demostración, el encuentro que el alcalde de Donostia quiso mantener ayer con los medios de comunicación con la finalidad de aclarar la polémica que ha surgido a raíz que se supiera, publicado por «ABC», de un mailing de Nogeras a sus compañeros de Elhuyar anunciando una excedencia porque se le había propuesto la dirección general de Donostia 2016. El email estaba datado el 20 de junio. La elección del puesto, que finalmente obtuvo Itziar Nogeras, se produjo hace pocas semanas. En medio, un concurso público, con una selección realizada por una empresa, LSK, y el refrendo final de tres de las cuatro instituciones que componen la fundación (Ayuntamiento, Diputación y Lakua) y la abstención de otra (el delegado del Gobierno).

El proceso fue «limpio desde el principio hasta el final», quiso enfatizar Izagirre, quien respondió a todas las preguntas que se le plantearon. Reconoció que, cuando la anterior coordinadora Eva Salaberria anunció su renuncia empezaron a buscar a un repuesto: una persona de perfil técnico, con experiencia... y «os va a costar», les dijeron desde Europa debido a que las características del cargo (poca extensión de contrato, no gran sueldo por lo que dio a entender y mucha exigencia). Él personalmente habló con Nogueras («otros hablarían con otros», dejó caer), por considerar que tenía el perfil idóneo. Sondear a posibles candidatos es algo habitual para puestos de este calibre. No sabían que, como fundación, D2016 está obligada a elegir sus cargos en convocatoria pública y no por designación directa. Al saberlo, Izagirre habló con Nogeras, le animó a presentarse y le advirtió de que el procedimiento que llevaría a cabo la empresa LKS elegiría al «mejor candidato» y que ella «podría salir o no salir».

Decidió presentarse y el alcalde no sabía ayer si se había planteado renunciar por la polémica. Concurrían 18 personas, los políticos no tuvieron nada que decir -recalcó Izagirre- y finalmente fue elegida porque era la mejor candidata y que será «una gran aportación». Todo ha sido un malentendido, según parece, que ha empañado, reconocía, el proceso.