Mundial de Barcelona'2013
Ledecky encarece el 1.500 y firma la segunda plusmarca
La fondista de Washington, de 16 años, se cuelga su segundo oro tras el 400 y también aspira al de 800.
Miren SÁENZ
Las adolescentes mandan en la piscina del Palau Sant Jordi. La prueba es que dos chavalas de 16 años han producido las dos plusmarcas que hasta el momento han logrado meter a los Mundiales de Barcelona'2013 en las tablas. La primera fue la de la lituana afincada en Plymouth, Ruta Meilutyte, que ayer cerró la jornada obteniendo el título en los 100 braza y faltándole poco para darle otra dentellada.
La segunda es de Katie Ledecky que el primer día ganó el 400 -primera nadadora que baja de los 4 minutos con bañador textil- y el segundo se destapa en el 1.500 con un estratosférico récord de 15:36.53. Su ambición apunta también al 800, la prueba en la que se proclamó campeona olímpica con 15 años en Londres. Esta pelirroja, de piel blanquísima, rebajó en seis segundos el récord de su compatriota Kate Ziegler, que el 17 de junio de 2007 nadó en 15:42.54 en Misión Viejo. Por aquel entonces los bañadores de poliuretano no habían alcanzado el apogeo posterior y la marca era lo suficientemente consistente para aguantar su embestida.
No ha podido, sin embargo, resistirse al nuevo fenómeno de Washington, que espoleada durante un cuarto de hora por Lotte Friis, aceleró en los últimos 200 metros y provocó la mejora de ambas nadadoras y de otras que salieron ganando.
El efecto dominó
La danesa se apuntó el tope europeo (15:38.88), dándole un buen tajo a los 15:44.93 que Filippi obtuvo en Roma'2009, cuando aquello era una fiesta entre bañadores de plástico. La neozelandesa Lauren Boyle firmó el tope de Oceanía (15:44.71, traducido a un nuevo bronce que le permitió coincidir con Ledecky en su segundo podio.
Ledecky está considerada la nueva Janet Evans, la niña prodigio de los Juegos de Seúl que reinó en el fondo y a los 40 quiso volver a ser olímpica aunque los Trials le cerraron el paso. «Es una bestia», le definió la catalana Mireia Belmonte, cuarta en esta misma carrera, bajando de los 16 minutos y batiendo el récord de España en una de las seis pruebas en las que participa en el certamen de su casa.
Semejante exhibición eclipsó incluso a la mismísima Missy Franklin, aspirante a ocho medallas. La californiana va cumpliendo objetivos y se divierte. Se colgó su segundo oro en los 100 metros espalda, el primero individual tras el relevo de 4x100 libre. Fue una final de calidad, con seis mujeres bajando del minuto. Missy se quedó a tres décimas del récord mundial y encabezó un podio idéntico al de Londres con la australiana Emily Seebohm, en la plata, y la japonesa Aya Terakawa en el bronce. Después, la de Pasadena cumplió con el trámite de las semifinales de 200 libre, donde hoy buscará un nuevo oro que le acerque más a Phelps, aunque ella diga que eso es imposible.
Quedó segunda por detrás de Federica Pellegrini, la mejor nadadora de Italia.
Estados Unidos, que la víspera cosechó una plata y un bronce, ayer hizo sonar el himno en tres ocasiones. Tres oros, dos platas y un bronce se llevaron sus representantes. Dos chapas llegaron en los 100 espalda, con el doblete protagonizado por Matt Grevers, campeón olímpico y ahora también mundial, al que acompañó su compatriota Plummer. El bronce fue para el ganador en Shanghai, el francés Jérémy Stravius, que pese a ceder su corona sumó otra chapa al oro del relevo 4x100 libre.
Yannick Agnel se proclamó campeón mundial de 200 metros libre un año después de colgarse el oro olímpico. El gigante de Nimes sucede a un Ryan Lochte incapaz de defender su territorio, que como en Londres fue cuarto. El francés había sembrado dudas sobre su estado de forma por su actuación en el relevo 4x100 metros libre de la primera jornada, que se encargó de lanzar sin alardes. Sus compatriotas solucionaron la papeleta remontando desde el séptimo puesto hasta el oro. En un principio ni siquiera pensaba participar en el 200. Por eso y porque como él mismo reconoció tenía «a la mitad de la familia en las gradas», este oro le supo mejor que el olímpico. Esta temporada ha habido cambios en su vida. Dejó a su entrenador Fabrice Pellerin, después de siete años a sus órdenes, para unirse al grupo de Bob Bowman, el mentor de Michael Phelps que se encuentra en Barcelona como técnico del equipo USA. Agnel dominó la final sin compasión, para concluir en 1 minuto, 44 segundos y 20 centésimas, por delante de su compañero de entrenamientos Dwyer y del ruso Izotov, que llegaba con la mejor marca del año y ayer la perdió. Lochte fue el gran perdedor, lo dejó claro en la entrevista pactada con Teledeporte: Insafisfecho, descontento... M.S.
Cesilie Carlton se convirtió en la primera campeona mundial de los saltos de gran altura, ese deporte de riesgo que se estrena en el Mundial y en el caso de las mujeres consiste en tirarse al agua desde una plataforma instalada a 18 metros de altura. La estadounidense remontó en la tercera y última ronda ganando con 211,60 puntos.