Al menos 26 personas murieron el lunes por la noche en una ola de explosiones que sacudió la ciudad de Kano, en el norte de Nigeria, y que fueron atribuidas al grupo islamista Boko Haram aunque nadie reivindicó los ataques.

El número de fallecidos podría aumentar en las próximas horas debido a la gravedad de algunos heridos, cuyo número no precisó un trabajador de la morgue del Hospital Murtala Mohamed de Kano, que indicó que la Policía depositó allí 16 cadáveres y residentes de la ciudad llevaron otros diez. Según la Policía, solo se registraron seis muertos y seis heridos.

Las explosiones tuvieron lugar en lugares de Kano poblados por cristianos, en una zona -como todo el norte de Nigeria- de mayoría musulmana.

El estado homónimo de Kano, no se encuentra bajo el estado de emergencia decretado por el presidente nigeriano, Goodluck Jonathan, en una ofensiva militar para frenar las actividades de Boko Haram. iniciada el pasado 16 de mayo en los estados de Yobe, Borno y Adamawa, en el noreste del país.