Aprovechando que millones de electoras y electores estarán atrapados en atascos y embotellamientos, en plena Operación Salida, Mariano Rajoy ha decidido que hoy es el día en que va a hablar del «caso Bárcenas». Veremos lo que dice, pero para algunos columnistas de cabecera de la derechona, diga lo que diga su presidente el daño ya está hecho y solo queda amputar. Así opina al menos Antonio Martín Beaumont en «Elsemanaldigital», donde apunta que el PP sufre «la paradoja de que la palabra de su ex tesorero (imputado y encarcelado) tiene en jaque la credibilidad de un presidente del Gobierno como Mariano Rajoy, que ganó las elecciones con mayoría absoluta hace menos de dos años». Será todo lo paradógico que quiera, pero lógico también es un rato. A estas alturas a Rajoy y cía. no les cree ni el Tato.

Según afirma Beaumont, el asunto de los papeles de Bárcenas «ha sido tan mal gestionado por el PP y el Gobierno, que ahora lo que deberían pensar las mentes genovesas es desde dónde les sopla el huracán, para valorar cuántos palos de vela van a tener que arrancar si no quieren ver cómo el barco les sale por los aires». Naufragio a la vista. Servidora pagaría por ver a algunas y algunos agarrados a un flotador y rodeados de tiburones. Pagaría mucho. Aunque el abajofirmante es más drástico, y considera que «la nueva dirección del Partido Popular está muerta, es necesaria una remodelación de su Comité Ejecutivo antes de que las cosas vayan a peor. La familia popular debe celebrar un nuevo Congreso nada más pasar las elecciones europeas de la primavera de 2014... si es que no antes». Y de cara a la sesión de hoy, ¿qué? Beaumont le da un consejo al todavía presidente del PP: «lo peor que podría hacer Rajoy el jueves es subir a la tribuna del Senado (convertido este verano en provisional Congreso de los Diputados) simplemente para mantener la cara como si nada hubiera ocurrido, escudándose de nuevo en un alegato de honorabilidad personal. Después de las `sorpresas' con las que se ha madrugado la opinión pública, especialmente desde enero pasa- do, cuando se conoció el fortunón de Luis Bárcenas en paraísos fiscales, tal estrategia sería una temeridad que probablemente se llevaría por delante la credibilidad que le quede al presidente». Qué se apuestan a que eso va a ser exactamente lo que haga. Si ya lo conocemos...