Mitxel Lakuntza, coordinador de ELA en Nafarroa, el responsable del área industrial, Jokin Arbea, y el del área jurídica, Imanol Pascual, junto a un grupo de los trabajadores despedidos de Koxka en 2009 valoraron de forma positiva la sentencia del Tribunal Supremo que declara nulos los 26 despidos de afiliados y simpatizantes de ELA. «El tribunal no tiene ninguna duda de que ha habido discriminación sindical, de forma que los afiliados o candidatos de ELA en las elecciones sindicales fueron castigados precisamente por ese de este sindicato», dijo Lakuntza con la sentencia en la mano.

En febrero de 2009 UGT y CCOO acordaron con la empresa un expediente de extinción para 275 trabajadores. El Ministerio español de Trabajo ratificó a esa resolución. Tras un largo proceso judicial, ELA consigue que el Tribunal Supremo reconozca que los despidos son nulos y que hubo persecución sindical en el despido de esos 26 trabajadores que recurrieron.

El alto tribunal determina -según Lakuntza- que «un 50% de los despedidos eran del sindicato ELA, mientras que de UGT y CCOO fueron el 5% y el 4% respectivamente».

El coordinador de ELA de Nafarroa afirmó que van a solicitar la reincorporación inmediata de los 26 trabajadores y «el abono de los salarios de tramitación desde 2009». Jokin Arbea realizó una cronología de lo ocurrido y admitió que después de cuatro años y medio «hemos logrado la recompensa» y destacó que «continúan despedidos aquellos trabajadores que no han demandado». Por lo que ELA reclamó ayer en Iruñea que se les «readmita»

El responsable del área jurídica, Imanol Pascual, expresó que la sentencia «crea jurisprudencia» y, como añadió Arbea, «es un aviso para las empresas que estén tentadas a recurrir a estas prácticas mafiosas». ELA felicitó a los trabajadores y «el valor y la actitud que han demostrado dando un paso hacia adelante y organizarse para hacer algo tan necesario como es defender los derechos de los trabajadores».

Hace unos meses 8 trabajadores de Solidari consiguieron la vuelta a la empresa. Ya en 2009, ELA, LAB y ESK denunciaron que los despidos supusieron «una verdadera limpieza sindical», impulsada por la dirección, autorizada por el Gobierno navarro y «firmada por UGT y CCOO» que fueron «los responsables de la discriminación».