El presidente español, Mariano Rajoy, comparecerá hoy finalmente ante el Pleno del Congreso español para dar «su versión» sobre el «caso Bárcenas» y la financiación ilegal del PP. No obstante, todo apunta a que el jefe del Ejecutivo intentará diluir sus explicaciones dentro de una intervención general donde mezclará la corrupción con otros temas como la crisis o la evolución económica.

Después de presentar el pleno extraordinario como una sesión sobre la «situación política y económica», sus principales colaboradores ya apuntaron ayer algunas de las líneas maestras de su discurso: apelar a la «responsabilidad» de los grupos de la oposición y tratar de minimizar el impacto de la trama del extesorero, argumentando que los escándalos tienen un impacto negativo en la evolución financiera del Estado español.

«Rajoy, obligatoriamente, relacionará los escándalos con la economía», afirmó ayer el vicesecretario vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons. No se refería al impacto en la situación financiera del Estado español de los sobresueldos y las reuniones mantenidas entre miembro de la cúpula de Génova y constructores para diseñar la política de infraestructuras. Al contrario. El dirigente de la derecha española vinculó el silencio sobre la corrupción con una recuperación económica más temprana. «Sería imperdonable que un clima enrarecido estropeara la recuperación. Los ciudadanos no consentirían que por líos de políticos esta se estropeara», llegó a asegurar.

En la misma línea, el portavoz del PP en el Congreso, Alfonso Alonso, matizó que Rajoy «hablará de todo lo que preocupa» y se centró en cuestionar a los grupos de la oposición, asegurando estar «preocupado por su actitud». Pese a las insistentes preguntas, rechazó dar detalles sobre qué tema ocupará más tiempo en el discurso: la economía o la corrupción. Previamente, González Pons ya había indicado que el grueso de la intervención se centrará en lo que Génova intenta vender como «recuperación económica».

Más tiempo

Después de rechazar hasta ocho veces comparecer ante el Congreso para hablar de Bárcenas, Rajoy tendrá hoy la oportunidad de ofrecer «su versión», que es como la calificó el día que anunció su intención de dar la cara. Debería relatar, entre otras cuestiones, qué relación mantuvo con su extesorero o si cobró sobresueldos. Para ello dispone de una primera alocución sin límite de tiempo. Luego, los grupos le responderán durante 25 minutos cada uno (en el caso del Mixto, este se reparte). Posteriormente hay otra réplica del presidente y otros cinco minutos de contrarréplica, lo que permitirá a todas las formaciones disponer de más tiempo del habitual en el hemiciclo.

Ayer, tras la Junta de Portavoces, la mayoría de formaciones instaron al presidente español a «decir la verdad». Aunque tampoco hay muchas expectativas. Soraya Rodríguez, portavoz del PSOE, no quiso aclarar si retomarán la moción de censura en caso de no quedar convencidos y consideró que hoy es el día D. José Luis Centella (IU), consideró que incluso dentro de las filas del PP hay interés por escuchar la versión de Rajoy. Emilio Olabarria, diputado del PNV, también instó al presidente español a ofrecer una explicación «veraz y creíble» que «no frustre las expectativas de los ciudadanos».