El Estado asumirá en Uruguay «el control y la regulación de la importación, exportación, plantación, cultivo, recolección, producción, adquisición, almacenamiento, comercialización y distribución del cannabis y sus derivados», al menos si sale adelante el proyecto de ley que comenzó a debatirse ayer en la Cámara de diputados.

El objetivo del texto propuesto por la Presidencia uruguaya pero elaborado por el Parlamento es «minimizar los riesgos y reducir los daños del uso del cannabis»

El Frente Amplio del presidente José Mujica cuenta con mayoría en el Parlamento, aunque no con la unanimidad de sus diputados.

El consumo no está actualmente penalizado en Uruguay, aunque si el comercio. El objetivo «no es promover el consumo, el consumo ya existe», explicó al comienzo de la sesión parlamentaria el diputado Sebastián Sabini al presentar la ley. Insistió en que pretende básicamente aislar a los consumidores de las redes mafiosas y luchar contra el narcotráfico que «financia el crimen organizado y actividades ilícitas como el tráfico de personas, la venta de armas o el blanqueo de dinero».

«Eso no significa que debamos cesar de luchar contra el tráfico de drogas. Significa que hay que combatirlo en sus aspectos básicos, sin detener al usuario que lleva 40 gramos en su bolsillo», añadió Sabini. En cambio, el diputado del Partido Nacional Gerardo Amarilla aseguró que la ley supone «jugar con fuego». «¿Estamos dispuestos a sacrificar una generación para luego darnos cuenta de que nos hemos equivocado, que no vamos a acabar con el mercado negro (...) que va a aumentar el consumo?», criticó.

Si el texto es finalmente aprobado, se creará el Instituto de Regulación del Control del Cannabis (IRCCA), con el fin de gestionar la producción y la distribución y de velar por la aplicación de la ley. Los consumidores residentes en Uruguay, mayores de edad e inscritos en un registro de usuarios, podrán comprar hasta 40 gramos al mes en las farmacias autorizadas. La ley prevé también permitir el cultivo y uso personal de hasta seis plantas. Se autorizará asimismo la creación de clubs de consumidores de 15 a 45 miembros, con un límite de 99 plantas.

La izquierda cuenta con mayoría en el Parlamento pero al comenzar ayer el debate no estaba claro que todos sus diputados votaran a favor del proyecto. Las negociaciones previas han retrasado el debate de la ley, mientras la oposición ha hecho frente común en contra.

Si es aprobado, el texto será sometido al Senado antes de su promulgación.

El primer Estado vendedor

La venta por parte del Estado uruguayo de cannabis a los consumidores registrados constituiría una experiencia pionera en el mundo.

La autorización del cultivo para uso personal, en cambio, ya está vigente en Colorado (EEUU), donde cada adulto puede cultivar seis plantas en el interior de su vivienda.

En el Estado español la ley permite la producción de cannabis en un marco privado y no lucrativo.

En Países Bajos, aunque formalmente ilegal, la venta y consumo de un máximo de cinco gramos de cannabis por persona está tolerada desde 1976 en los conocidos como «coffee shops», mientras el cultivo y la venta en grandes cantidades está prohibida.